Mamá y papá: gracias por mantenerme pero mi sueldo es mío
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Los padres tienen la obligación de criar a sus hijos, de mantenerlos, verles crecer, velar por su salud física y emocional, de costear todo lo acorde a sus necesidades básicas para asegurar su buen desarrollo… Y lo hacen de buen gusto desde que los niños nacen puesto que los hijos son el mejor regalo que la vida te puede dar desde el momento en que son concebidos. Pero, ¿es así siempre o hay un momento en que hay que dejarles volar?
No hay nada que anule más a una persona que darle todo hecho. Esto ocurre con los niños y niñas a los que se les da todo hecho desde siempre, los niños que no están acostumbrados a hacer nada por sí mismos, los niños y niñas que esperan que los demás les arreglen la vida porque ellos están demasiado cómodos mirando hacia otra parte mientras los padres les salvan de cualquier obstáculo o se lo dan todo hecho. Se vuelven egoístas, déspotas y lo peor, se piensan que se lo merecen todo sin nada a cambio. Se creen que todo lo que sus padres hacen es así porque es su obligación, en lugar de pensar en el acto altruista y lleno de bondad que significa ser padres y criar a los hijos.
Los padres no tienen la obligación de mantener a los hijos cuando son capaces de hacerlo por ellos mismos. Lo hacen porque quieren… Pero hacerlo puede tener efectos negativos. Unos niños a los que se les da todo hecho se les estará cortando las alas para que alcen su vuelo… Y se quedarán en el nido, aprovechando todos los recursos que ellos no se han ganado, aunque puedan hacerlo.
Qué es la economía colaborativa y por qué es necesaria en las familias
Hasta no hace mucho, antes de la década moderna del consumismo y del capitalismo, los hijos que trabajaban y seguían viviendo en casa de sus padres, les daban todo su dinero para colaborar de este modo en los gastos familiares, y es que una boca que alimentar, un cuerpo que vestir y una persona en el hogar, conlleva unos gastos que hay que solventar.
En estos casos, los padres daban a sus hijos una paga para sus gastos, guardaban otra parte (si era posible) para el hijo (asegurándose una buena administración que le irían enseñando para el momento en el que se independizase) y se quedaban con una parte de ese sueldo para poder mantener el hogar. Esto se llama economía colaborativa y es lo más normal del mundo… Aunque muchos jóvenes, acostumbrados a que se lo den todo hecho, no se lo crean o miren, de nuevo, hacia otro lado.
Gracias por mantenerme pero mi sueldo es mío
Hoy en día son muchos los jóvenes que cuando comienzan a trabajar y siguen viviendo en casa con sus padres piensan que casi les ha tocado la lotería: tendrán un sueldo íntegro para ellos porque los padres ya acarrean con todos los gastos. Piensan cosas como que ahora pueden pagarse un coche nuevo o podrán comprarse toda la ropa que quieran. No, ese no es el camino que los padres deben permitir. Esa no es la realidad el día que se independicen (y si es que lo hacen porque vivir en una pensión con todo listo y pagado es tentador para cualquiera, pero no es digno). Vivir en casa de los padres significa colaborar, igual que antes de tener sueldo se colaboraba en las tareas domésticas, ahora se colabora en las tareas domésticas y también en los gastos, porque una familia es eso: unión.
No es aconsejable para la salud mental de padres ni de hijos mantenerles hasta que tengan 40. No. De esa manera no se crean personas responsables de sí mismas. Recuerda estas palabras para cuando tus hijos tengan edad de trabajar y ganar su propio dinero: economía colaborativa.
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