Mamá, no es egoísta que seas tu prioridad
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Las madres de toda la vida han vivido inmersas en una cultura de sacrificio, donde todo lo que hacían era por el bien de sus hijos y la familia, olvidándose de las personas más importantes: ellas mismas. La realidad es que para que tus hijos y tu familia esté bien atendida, tus hijos NO deben ser tu prioridad, porque deberás serlo TÚ MISMA. Es posible que con unos hijos maravillosos, una pareja que te ama y un trabajo que te gusta, pienses que tienes la vida que siempre has soñado… Pero si te sientes cada vez más frustrada y resentida sin entender por qué, es que hay algo que no marcha bien.
Cuando pienses que algo no marcha bien es porque debes volver a examinar tu horario, ¿está llena de actividades para tus hijos y no hay nada que te represente por ningún hueco? Quizá te empieces a dar cuenta de que te estás negando la oportunidad de recargar tus energía con cosas que te gustan como leer un libro o hacer cosas que antes disfrutabas y que ahora, has olvidado. No te niegues la oportunidad de ser tú, de no ser solo madre, de disfrutar de tu persona.
Madre sacrificada
Es cierto, la crianza de los hijos es cansada y al mismo tiempo gratificante… Pero si no te planificas bien puede ser un aniquilador del tiempo para ti. En una encuesta realizada en 2015 por el Pew Research Center, mostró que el 59% de padres piensan que pasan la cantidad adecuada de tiempo con sus hijos, pero más de la mitad de todos los padres piensan que no tienen suficiente tiempo para pasar realizando cosas que les gusten.
Pero entonces, ¿dónde está la desconexión? Lo más probable que en la organización y el sentimiento de culpa. En la actualidad los padres que quieren ser ‘más modernos’ piensan que ser padre o madre es un deporte olímpico, porque es la única manera de no tener culpas y que exista éxito y satisfacción siendo madre aunque sea sacrificarse uno mismo. Las madres confunden la cantidad de tiempo que pasan con sus hijos con la calidad de crianza. La calidad de la relación con los hijos no está directamente relacionada con el tiempo que se pasa con ellos. Si bien es cierto que no estamos diciendo de dejarlos a un lado, sí decimos que hay buscar un pequeño huevo al día o a la semana para poder disfrutar de las cosas que le gustan a una misma.
Deja la culpa a un lado
El pensamiento de que para ser buena madre te tienes que anular e incluso que tienes que sacrificarte por tu familia, es un pensamiento obsoleto. Si bien es cierto que cuando te conviertes en madre renuncias a ciertas cosas y que tus hijos son lo más importante del mundo, también es verdad que tú debes cuidarte y mimarte para sentirte bien contigo misma y con la vida que estás llevando.
Ninguna madre pone sus propias necesidades delante de sus hijos… Es cierto, pero hacerlo de vez en cuando no te hará ser una mala madre. La práctica del autocuidado es esencial para todas las madres del mundo y te ayudará a ser mejor madre y mejor persona. Autocuidarte es esencial para tu salud y tu bienestar. Haz cosas que te gusten hacer, busca un momento en la agenda familiar que puedas sacar para ti y que puedas disfrutar haciendo cosas que te hagan sentir bien. No se trata de descuidar a tu familia, sino de buscar tiempo para cuidarte a ti misma. Cuánto más te quieras y te cuides más querrás y cuidarás a los demás. Pruébalo, te sorprenderás…
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