Si eres madre reciente, no pases demasiado tiempo sola

Ser madre reciente no es fácil, parece que un pequeño ser te absorbe por completo y que debes dejar de ser tú, al menos de forma temporal para poder atender al bebé recién nacido. Aunque también existen muchos padres que se implican, otros piensan que es cosa de la madre el cuidar al recién nacido… o quizá sean padres que no saben cómo actuar porque piensan que la madre reciente se puede molestar.

Cuando llega la maternidad se marca un antes y un después en la vida de las personas, hace que cambien hasta que en ocasiones, se anulan a ellas mismas y se entregan al pequeño ser que ha llegado al mundo. Pero cuando una mujer o un hombre se entrega en exceso a su bebé siente que su vida acaba para que empiece una nueva, que se borra, que no tiene importancia… la identidad se esfuma ante las nuevas responsabilidades.

El postparto

El postparto nadie te lo explica, tampoco en las clases maternales. Cuando se pasa una vez ya sabrás a qué te debes enfrentar pero aún y así siempre es duro. Pero es un tema que no todo el mundo habla, parece que como no es algo fácil es mejor no hablarlo. El postparto no es lo maravilloso como te prometen, no son todo flores rosas ni algodones de azúcar. Amarás a tu bebé más que a ti misma, pero junto con todo eso habrán otras cosas menos agradables que harán que incluso la mujer más fuerte, se sienta débil y vulnerable.

Son las necesidades del bebé las que realmente importan en la vida de una madre, cosas que le hacen sentir anulada como mujer y siente que va desapareciendo poco a poco su ser… y se convierte en madre, exclusivamente. En el momento en que una madre solo se centra en el cuidado de su bebé olvidándose de todo lo demás, será entonces cuando comience en ella un período de carencia, porque sentirá que solo puede hacer las cosas con su bebé en brazos.

La realidad

Estamos en una sociedad donde solo tiene importancia el mundo adulto, los niños y los bebés molestan porque retrasan el avance. Las madres y sobre todo las madres trabajadoras, deben hacer malabares para poder llevar su vida equilibrada: madre y adulta. La realidad de ser madre es que no todo es tan bonito como te lo pintan, el embarazo en ocasiones es costoso y la maternidad dura toda la vida porque los hijos viven eternamente en el corazón de una madre. Pero no todo es tan maravilloso como lo pintan.

Los bebés no agradecen lo que haces por él, son seres que llegan al mundo siendo egoístas para poder sobrevivir. Llora siempre que necesita algo para que sus padres les atiendan instantáneamente. Nadie te habla de las noches sin dormir o de los momentos difíciles -que son muchos-, existen muchas cosas de las que nadie te habla y que después la realidad es la que te la enseña a base de duros golpes. La maternidad y la paternidad requiere de dedicación, paciencia y sobre todo amor, pero amor verdadero.

No estés sola

La realidad se hace más dura cuando una madre está sola y se encierra con su bebé. Los demás adultos tenemos la obligación de estar con esa madre reciente para apoyarla, para aconsejarle en lo que necesite, para que se dé cuenta de que no está sola, para ayudarle y para que se sienta mejor en cada momento. Hay muchas formas de hacer que una madre reciente se sienta mejor: cuidando a su bebé un momento para que se duche tranquila, haciéndole la comida de la semana para que tenga tiempo extra, cuidando a su bebé para que pueda tener un momento para salir, se le puede recoger la casa… nadie debe sentir que criar se debe hacer en soledad y ni mucho menos sentirlo como un castigo.