3 límites que un padrastro no debe pasar
Para la armonía familiar hay límites que es mejor no pasar
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Cuando nos referimos a padrastros también a madrastras. Una segunda familia ofrece una nueva oportunidad en el amor y en la vida familiar, pero también es un intento de reunir a varios padres y madres con problemas diferentes, con sus parejas y familias. Una segunda familia es una estructura fundamentalmente diferente y tiene una base para las relaciones también diferente.
Cuando se comienza una nueva relación y se empieza con una nueva familia formada anteriormente hay algunas cosas que funcionan y otras que no. Una de estas diferencias en la familia ensamblada es que la pareja no tienen una relación de igualdad con los niños o en el proceso de crianza de los niños. Esto crea una red de límites que los padrastros o madrastras deben eludir cruzar para evitar problemas familiares y de pareja.
3 límites que no se deben cruzar
1. Intentar ocupar el lugar del padre o de la madre biológico/a
Tratar de ocupar el lugar de la madre o del padre no es una buena opción. Si el nuevo matrimonio es el resultado de un divorcio o de la muerte del cónyuge, nunca podrás ocupar el lugar del padre o madre biológico/a y tan siquiera se debe intentar. No son tus hijos biológicos aunque los quieras como a tales. No importa lo que el ex cónyuge biológico haya hecho, hay que respetar la necesidad del niño de amar incondicionalmente a ese padre o a esa madre. Lo mismo ocurre cuando se exige a los hijastros que llamen ‘papá’ o ‘mamá’ a sus padrastros o madrastras, si no quieren hacerlo no hay que exigirlo, aunque ni siquiera es buena opción pedirlo.
En lugar de esto, es mejor ser honesto/a con uno/a mismo/a acerca del papel que tienes en la familia. Los padrastros o madrastras pueden convertirse en seres queridos, respetados e incluso mentores para el niño, solo debe darse cuenta que hay ciertos límites que no debe cruzar y que no puede reconstruir una familia biológica. Un/a hijastro/a puede desarrollar sentimiento de amor y respeto hacia su padrastro o madrastra sin necesidad de llamarle ‘papá’ o ‘mamá’. Si los niños deciden llamarte de ese modo, entonces muestra una gratitud tranquila y una responsabilidad a la altura de ese nombre.
2. Asumir una posición de autoridad rápidamente
Los niños pequeños -menos de 6 años- pueden estar dispuestos a aceptar la autoridad de un padrastro o de una madrastra en su nueva familia, pero los niños mayores o los adolescentes, a menudo intentan rechazar los intentos de un padrastro o de una madrastra a tener una autoridad automática, sin haberse ganado primero un respeto o una confianza.
Para los nuevos padrastros o nuevas madrastras, es mejor proceder lentamente. Primero, no hay que entrar como una disciplina sino como un apoyo para el niño y un recurso de apoyo para la pareja. Es posible que te hayas ganado el corazón de tu nueva pareja, pero también deberás ganarte el amor y el respeto de tus hijastros. El respeto es una necesidad en todas las familias, pero para conseguirlo necesitas tiempo, esfuerzo y paciencia.
3. Participar en las discusiones de crianza entre tu pareja y el ex
Puede ser tentador intervenir en las discusiones de crianza de los hijos de tu pareja y su ex, pero no lo hagas porque podría ser un gran motivo de discusión de pareja. Las ex parejas que aún se aferran a la ira o que perjudican en el divorcio pueden causar mucho dolor tanto a tu pareja como a ti. Intenta evitar una inserción en sus discusiones, otra cosa es que tú aconsejes a tu pareja o le des tu apoyo.
Si quieres aportar tu opinión a la discusión deberás hacerlo en privado con tu pareja, nunca durante la conversación que mantenga tu pareja con su ex. Cualquier decisión deberá ser compartida con el ex porque es el padre o madre biológico/a. Es necesario que hagas un esfuerzo para construir una relación positiva con la ex pareja para que tus interacciones puedan ser bien recibidas.
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