A tu lado mamá, no existen los miedos

El amor de una madre por sus hijos todo lo puede y eso los niños lo saben desde el momento en que nacen y sienten cómo su madre les protege, les cuida y les alimenta siempre que lo necesitan. Tu bebé desde el momento en que nace necesita olerte, sentir tu piel y saber que su alma está unida con la tuya para siempre. Por este motivo, no dudes en permitir que tu bebé esté muy cerca de ti, por lo menos, durante los tres primeros años de su vida.

Cuando un bebé crece cerca de su madre lo hace de forma saludable, se convertirá en un niño o una niña valiente… ¡y los miedos no serán un problema en su vida! Aunque podrá tener miedos saludables, sabrá cómo afrontarlos porque su madre le enseñará la forma de hacerlo.

Crianza cercana

La crianza cercana es un tipo de crianza necesaria, donde los niños sienten a su madre (y a su padre) cerca, con el contacto físico constante a través de abrazos, caricias y besos cargados de amor. Es el mejor estímulo para potenciar el desarrollo de los niños porque es lo único que realmente le aporta seguridad y bienestar emocional.

Por si fuese poco, esta conexión física hará que exista una conexión emocional inigualable y las neuronas del pequeño comenzarán a conectar de forma mucho más eficaz.

Los miedos

Al comienzo de este artículo hemos hecho mención a los miedos. Los miedos son esos instintos primarios que nos mantienen a salvo, y gracias a ellos, si son saludables y sabemos cómo afrontarlos, conseguiremos grandes cosas… Porque sentir miedo es necesario, siempre y cuando no nos paralice para actuar y que sepamos cuándo debemos protegernos.

Cuando un niño se cría en el apego se desapegará de esos miedos, pero seguirá sabiendo que existen y que es una emoción que nos dice mucho más de lo que pensamos. Nos advierte de que puede haber un peligro y que debemos pensar muy bien cómo actuar para protegernos y conseguir los mejores resultados.

Cuando un bebé crece teniendo un fuerte vínculo con su madre y su padre, tendrá un crecimiento mucho más saludable, mucha autoestima y una relación segura con sus padres. Además podrá crecer siendo independiente y demostrándose a sí mismo que es capaz de conseguir las cosas que se propone, porque aunque existan obstáculos y errores… todo es aprendizaje.

El terror de la separación

Al nacer a los bebés les aterra separarse de su madre porque ellas son la fuente de alimentación y seguridad que tanto necesitan. Gracias a ella se sienten seguros, amados y alimentados todo el tiempo. Durante los primeros meses de vida de un bebé, alejarse de su madre puede provocarles verdadera angustia.

Son muchos los bebés que desarrollan apegos inseguros con sus padres porque crecen en un entorno donde no se favorece la buena atención emocional, no tienen ese consuelo que necesitan, no se atienden a sus llantos o creen que simplemente sus cuidadores no podrán atenderles cómo necesitan… todo esto tienen un gran impacto negativo en su desarrollo emocional.

Éste apego inseguro hará que los niños crezcan siendo dependientes, e inseguros y que sus miedos crezcan. La ansiedad aparece mostrándose a través del mal comportamiento y la rebeldía.

Atiende a tu bebé

Para poder potenciar un buen apego y que los miedos no sean un problema es importante que atiendas a tu bebe siempre que te necesita. Atiende sus lloros, cárgale con tu amor siempre que te lo pida. Tenlo siempre cerca de ti. Si pasas parte de tu día fuera de casa, al llegar no dudes en abrazarle y tenerlo cerca de ti todo el tiempo.

Comprende sus emociones y ten mucha paciencia. Los bebés y niños pequeños necesitan toneladas de paciencia para que puedas comprender cómo se sienten a cada momento. Las normas y los límites estarán presentes pero siempre desde el respeto y el amor incondicional. Y por supuesto, demuéstrale cada día que confías en ellos y en su capacidad de superación y aprendizaje.