¿Juegas con tus hijos más de dos horas por semana?
La importancia del juego en familia
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Son muchos los padres que no juegan con sus hijos más de 2 horas por semana. Esto es algo real, de hecho, el 70% de los padres no juegan con sus hijos durante la semana más del tiempo comentado. Así lo ha demostrado un estudio de la marca de juguetes Famosa.
Es necesario que los padres comiencen a reflexionar sobre esto. Cuando menos se lo esperen sus hijos ya no serán niños y su infancia se habrá esfumado. Es necesario que jueguen con sus hijos porque es fundamental para su desarrollo y su autoestima. Mientras el tiempo pasa, si los padres se centran más en las responsabilidades que en sus pequeños y su desarrollo… después de unos años, sin duda, se arrepentirán de no haberlo hecho. Pero el tiempo no retrocede.
Por qué los padres no juegan con sus hijos
Los padres saben que eso es importante pero después son muy pocos los que realmente juegan con sus hijos. La realidad es que muchos quieren jugar con ellos y se sienten mal por no hacerlo siempre que quisieran… pero tienen muchas responsabilidades que sienten que se lo impiden y eso les genera un sentimiento de culpa que en ocasiones, es difícil de gestionar.
Saben que es importante jugar con sus pequeños y que tiene un valor incalculable. También son conscientes de que pasar tiempo de calidad con la familia también es necesario… pero parece difícil dejar los smartphones, no estar conectado al trabajo o dejar de realizar tareas que podrían esperar.
Piensa en tus prioridades: haz una lista
En la mayoría de ocasiones suele ser un problema de prioridades. Es necesario que como padres, hagamos un esfuerzo y un trabajo de reflexión interna. Piensa en las 6 prioridades que tienes en tu vida ahora mismo, hazlo por orden de importancia. Una vez que lo has hecho (te aconsejo que las escribas), después piensa en el tiempo que dedicaste ayer a cada una de esas prioridades. Luego, vuelve a escribir la lista poniendo en primer lugar la prioridad a la que le dedicaste más tiempo ayer.
Es probable que la lista haya cambiado un poco, ¿sabes por qué? Porque en tu mente sabes qué es más importante y después, en la vida cotidiana, no le dedicas el tiempo que deberías (acorde a su importancia). Es normal que nos dejemos llevar por lo urgente, por lo que no puede esperar: deberes de los niños, extraescolares, hacer comidas y cenas, hablar con ese cliente tan importante, limpiar en casa… y cuando llegamos al final del día estamos tan agotados, que les dejamos a los niños las pantallas porque realmente, no podemos más.
La planta se siembra desde pequeña
Caemos en el error de querer tener un precioso bosque sin tan siquiera ser capaces de plantar una semilla. Los niños son como las plantas, hay que sembrarlas, regalarlas cada día y darles amor incondicional en los cuidados para que crezcan sanos y fuertes (tanto por dentro como por fuera).
Si esto no se tiene en cuenta, con el tiempo los padres se preguntan por qué sus hijos no se dan cuenta de sus esfuerzos, por qué no son capaces de responsabilizarse, por qué tienen tan baja tolerancia a la frustración, por qué no disfrutan ni son agradecidos… son tantas las preguntas que los padres se hacen solo por no tener las prioridades bien pensadas…
Los hijos necesitan tiempo y dedicación, al igual que quien quiere sembrar un bosque o tener un bonito jardín. Tus hijos te necesitan todos los días, necesitan sentirse seguros a tu lado, saber que si te necesitan estarás… y no solo para reñirles o para decirles lo que hacen mal. Necesitan sentirse valorados por ti.
No puedes pretender que tus hijos crezcan y sean buenas personas cuando no te preocupas en pasar tiempo de calidad con ellos, por poco que sea, o tampoco le das importancia a la educación emocional.
Qué puedes hacer para estar presente en la vida de tus hijos
Si has leído hasta aquí, es probable que hayas comenzado a reflexionar sobre qué puedes hacer para mejorar la situación en la que estáis en casa. Quizá te hayas dado cuenta de que podrías hacer un pequeño esfuerzo para que pasar tiempo de calidad con tus hijos sea una de tus prioridades cada día. Que aunque estés cansado/a puedes hacer un esfuerzo y así, poder sembrar una bonita flor.
Es fácil, solo tienes que estar. Pero estar de verdad. No estar en una habitación mientras miras el móvil y si tus hijos te hablan no hacerles caso. Debes dar prioridad al tiempo de calidad y no solo a la cantidad de tiempo.
Es mejor pasar 30 minutos de calidad con tus hijos cada día, que pasar 4 horas a su lado llenos de gritos, enfados, castigos o malos modos. Tú eres el mejor regalo para tus hijos, porque es tu tiempo lo que les llenará el corazón de gozo. No tienes que ser perfecto/a, tampoco lo pretendas. Pero sí es importante que aceptes la vida, la manejes lo mejor que puedas y que tus hijos siempre estén entre tus prioridades. Si tienes un día malo, al siguiente vuelve a empezar e intenta hacer las cosas mejor.
Sé capaz de crear momentos mágicos para ti, para tus hijos y para la familia en general. Que cuando crezcan sus recuerdos estén llenos de amor incondicional, disciplina y saber estar. Que los gritos, los castigos, las lágrimas o los malos modos no llenen sus recuerdos, porque en caso de hacerlo, podría tener graves consecuencias en su desarrollo personal.
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