Insomnio infantil: Tipos y consecuencias
Un niño también puede tener insomnio, descubre por qué
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Solemos pensar que el insomnio es un problema exclusivo de los adultos. Después de todo, los niños no tienen preocupaciones que los mantengan despiertos durante toda la noche. De hecho, un estudio muy interesante realizado en la Universidad de California demostró que los padres suelen subestimar la cantidad e intensidad de las preocupaciones de sus hijos. Y es que solemos ver la infancia como un periodo mágico, donde no existen problemas. Sin embargo, lo cierto es que los niños tienen sus propias preocupaciones y problemas, por lo que también pueden sufrir insomnio.
A partir de los seis meses, un niño sufre insomnio si al menos dos veces por semana, necesita más de 45 minutos para quedarse dormido. También se puede diagnosticar el insomnio si se despierta al menos una vez a la semana en la noche y luego no logra conciliar el sueño.
Los tipos de insomnio infantil
Insomnio por hábitos incorrectos
Se estima que, en mayor o menor medida, el 30% de los niños sufre este tipo de insomnio. Es aún más frecuente en los niños pequeños, de menos de cinco años, y se debe a malos hábitos de sueño. De hecho, es común en los casos de sobreprotección o incoherencia en las normas. Lo que sucede es que los padres no establecen horarios de sueño, sino que consienten demasiado al niño. Como resultado, el pequeño no desarrolla hábitos de sueño adecuados sino que sigue una rutina irregular y le cuesta dormir por la noche.
Insomnio psicológico
En este caso, el insomnio aparece en determinado momento del desarrollo del niño y suele ser un síntoma de otro problema. De hecho, las dificultades para dormir pueden ser el resultado de un cambio en la vida del pequeño que genera preocupación y ansiedad, como la entrada al colegio, la pérdida de una persona querida, el acoso escolar o la llegada de un hermano. También puede estar causado por problemas familiares o escolares.
Insomnio psicofisiológico
Se trata de un insomnio provocado por una tensión somatizada. Es decir, a la hora de dormir, el niño se expone a estímulos que provocan cierto grado de estrés o ansiedad, sensaciones que termina somatizando a través de un aumento de la tensión muscular, lo cual le impide descansar y conciliar el sueño.
Insomnio por alergia alimentaria
Se trata de un trastorno menos común pero en algunos casos, cuando no se logra encontrar la causa del insomnio, puede tratarse de una alergia a algún alimento, casi siempre la leche de vaca. En estos casos se produce una disminución considerable del tiempo de sueño, pero una vez que se suspende el alimento, el problema se resuelve en cuestión de pocas semanas.
Las consecuencias del insomnio infantil
Cuando el insomnio comienza a manifestarse desde edades tempranas, sus consecuencias para la salud física y psicológica son aún más graves que cuando aparece en la adultez. Por eso, si el insomnio persiste a lo largo del tiempo, es conveniente acudir a un psicólogo. De hecho, un niño que a los cinco años no logre dormir bien, tiene mayores probabilidades de sufrir insomnio en su vida adulta.
- Fatiga y cansancio. Cuando el niño no descansa lo suficiente, al día siguiente su rendimiento se verá afectado, sobre todo en la escuela, donde se mostrará distraído y somnoliento.
- Irritabilidad. El sueño desempeña un papel importante en los procesos de inhibición a nivel cerebral. Por eso, si el niño no descansa lo suficiente, se mostrará irritable y tendrá cambios de humor bruscos.
- Mayor riesgo de depresión. Se ha apreciado que los niños que sufren insomnio tienen un riesgo mayor de desarrollar depresión en la juventud o adultez.
- Trastornos del desarrollo. A largo plazo, los problemas para dormir afectan el metabolismo, en especial provocan una alteración en la secreción de la hormona del crecimiento, por lo que el niño puede sufrir trastornos del desarrollo.
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