Es importante dar amor, ¡pero también saber recibirlo!
El amor es clave en la vida de cualquier persona
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Hay enseñanzas valiosas que se deben proporcionar a los niños para que crezcan siendo personas de éxito. Los valores no se aprenden solos, son los padres quienes deben enseñar a los niños lo más importante de la vida para garantizarles un buen desarrollo no solo físico, si no también mental y emocional. Nadie lo pasa mal por dar amor porque cuando se ofrece con sinceridad nos hace mejores.
Por otra parte, quien no saber recibir ese amor que otro ha dado como regalo emocional, es quien realmente pierde. En este sentido, hay que enseñar a los niños lo importante que es amar de forma saludable, pero que aún lo es más, aprender a recibir el amor de los demás. De igual modo, también es perjudicial en la vida no saber amar… Porque nos guste o no, las personas somos seres sociales.
El amor en la vida
Cuando hablamos de amor, no nos estamos refiriendo únicamente al amor romántico. Existen muchos tipos de amor (amor por los padres, por los hijos, por amigos…) y todos son igual de importantes en nuestras vidas. El cerebro humano no está preparado aún para la pérdida y cuando ocurre, de cualquier tipo, nos hace sufrir considerablemente.
Los seres humanos para progresar necesitamos conectar con otras personas y crear vínculos emocionales para poder sentirnos protegidos y seguros. En caso de no ser así, sentiremos ansiedad, inseguridad e incluso, miedo social. Solo podremos avanzar como especie si conectamos con los demás y cuando se siente una pérdida o existe una separación entre personas por un malentendido puede hacer que nuestro cerebro se sienta en peligro.
Dar amor siempre será positivo
Los niños cuando crecen van acumulando en sus mochilas emocionales vivencias y experiencias que les forman como personas. Cuando llegan a la edad adulta, toda la carga que tienen en esa mochila les habrá definido y habrán aprendido a amar a otros de una forma u otra. Dependiendo de cómo se hayan gestionado todas las emociones en la infancia y adolescencia, hará que en el presente afectivo de una persona adulta sea más maduro y pleno, o menos.
Hay quienes aprenden a no amar para no sufrir, pero en realidad, hacer esto es autodestruirse poco a poco. Este pensamiento de protección puede ocurrir cuando se da amor de forma incondicional y no se recibe de forma bidireccional, haciendo que la persona que ha dado su amor, se sienta vacía y frustrada.
El amor dignifica
Los padres deben enseñar a los niños que dar amor en todas sus vertientes nos hace grandes, nos humaniza. Vivir es amar y cuando se da amor y se aprende a recibirlo la vida cobra sentido a través de todas las áreas. En cambio, si un niño aprende a que amar no es bueno y renuncia a hacerlo saludablemente en la vida adulta, entonces estará renunciando a la parte más bonita de la vida: la conexión con las personas que realmente nos importan.
Cuando ocurren sentimientos dolorosos por culpa de la pérdida del amor, es necesario que se proporcione apoyo y desahogo a la persona afectada para que pueda ver esa pérdida desde la perspectiva del perdón o con una actitud de resiliencia.
Es necesario enseñar a los niños que amar a otra persona no significa siempre que se deba sufrir antes o después. Si se ama de forma saludable es probable que si ocurre esta pérdida también se tengan mejores estrategias para poder afrontar situaciones desagradables.
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