Importancia de sostener a tu bebé todo el tiempo que puedas
Desmintiendo mitos: por qué tener a tu bebé en brazos no lo malcría, sino que fortalece su desarrollo emocional y psicológico.
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La relación madre e hijo es muy especial, no existe una forma concreta de describir el lazo único y fuerte que se crea luego de traer a un bebé a este mundo. Es una sensación tan abrumadora de felicidad, emoción, nerviosismo y alegría que perdura desde el nacimiento hasta el resto de la vida.
Las madres son el primer contacto de amor y seguridad que tienen los bebés, de ellas aprenden estabilidad, confianza y una dependencia positiva hacia la búsqueda de cariño y resolución de necesidades. ¿Sabes cómo ocurre todo esto? Mediante abrazos, caricias y el tiempo que las madres sostienen a sus hijos en brazos.
Importancia de tener en brazos a los bebés tanto como puedas
Es posible que hayas escuchado de las generaciones anteriores que, sostener o cargar por mucho tiempo al bebé lo volverá un ‘niño mimado y malcriado’, porque se acostumbrará solo a estar en los brazos de su mamá. Pero esta creencia es totalmente errónea y la ciencia lo ha demostrado en muchas ocasiones.
Por ejemplo, en el libro de Carlos Beorlegui, ‘La singularidad de la especie humana’, afirma que los humanos nacemos prematuros, porque al nacer no tenemos las capacidades instintivas de afrontar los retos de supervivencia del mundo que los rodea y es por eso que los bebés necesitan estar cerca de su madre. Así adquieren seguridad, autoestima y confianza para explorar nuevas cosas.
A pesar de esto, los bebés nacen con una característica intuitiva para mostrar conductas que satisfagan sus necesidades mediante sus padres. Como el alimento, la higiene y el recibir amor, que los ayudarán a establecer relaciones adecuadas en su entorno social, promover conductas sanas y una estabilidad emocional. Según el artículo sobre ‘Aspectos evolutivos de la relación madre-bebé’ de Martín Maldonado, Felipe Lecannelier, Teresa Lartigue.
¿Sostener mucho tiempo al bebé puede afectar a la madre?
Los bebés no son ligeros, de eso no hay duda, pero las madres son más fuertes de lo que todos piensan. Para una madre, no importa si sus brazos están cansados o su espalda moleste, el tener a sus hijos en brazos les genera una sensación de tranquilidad incomparable, porque pueden sentir el bienestar de su bebé, sus latidos, su risa, su curiosidad, el calor de su pequeño cuerpo, etc.
La salud psicológica de la madre también se ve beneficiada cuando sostiene a su bebé, todo el tiempo posible. Pues ayuda a reducir en gran medida el estrés, la ansiedad por separación, la depresión posparto, crea una conexión más fuerte con sus bebés, permitiendo responder mejor a sus necesidades (comer, cambio de pañal, hora de dormir, etc.) y permite a las madres realizar sus labores cotidianas, con la ayuda a de un portador o cargador.
Beneficios de sostener a tu bebé
En resumidas cuentas, el beneficio mayor y a largo plazo, es que tu bebé desarrollará una estabilidad afectiva y mental adecuada. Bases que son fundamentales para su interacción con el ambiente que lo rodea y el resto de personas en este. Pero además trae otras ventajas que también debes considerar.
- El bebé desarrolla una fuerte autoestima desde el primer día. Gracias a que se siente en un ambiente seguro, donde puede tener tanto a mamá y a papá consigo para ayudarlo, tendrá mayor confianza para exponerse al mundo.
- Al estar en una posición vertical y apoyados del pecho de su madre, tienen menos reflujos a la hora de comer y menos cólicos, porque tienen un balance estable en su cuerpo,
- Ayuda a calmar al bebé al reducir su actividad cerebral, nerviosismo y ansiedad. Lo cual beneficia para tener un descanso profundo a la hora de dormir.
- También actúa como un momento tranquilizante para las madres, al sentir que su pequeño o pequeña está en buenas condiciones.
- Incrementa su desarrollo motor y sensorial, en especial cuando lo llevas de paseo. Al estar en constante movimiento, aprenden a sostenerse y mantener el equilibrio.
- Es una excelente posición para amamantar, ya que permite un contacto directo que mejora la succión y el paso de la leche, evitando las molestias estomacales como irritación u obstrucción intestinal.
- Los bebés aprenden a desapegarse de sus padres de forma segura y sin traumas. Ya que no se sentirán solos, pues saben que cuentan con sus padres. Esto los ayuda a dormir por su cuenta y reducir el estrés del llanto.
- Estimula una mayor destreza en la socialización del bebé, al estar expuesto al habla de los padres y la interacción con el ambiente cuando salen.
¿Hasta que edad debo sostener a mi bebé?
La respuesta más sencilla es, el tiempo que tú quieras hacerlo. No existe una regla que te indique hasta qué edad o durante cuántas veces al día debes sostener a tu bebé. Lo que sí es esencial es que lo hagas con más frecuencia durante sus primeros meses de vida, estar en los brazos de mamá y papá es una de las formas en que los niños aprenden sobre el nuevo mundo donde vivirán.
De hecho, son los propios bebés quienes una vez que se vuelven ‘niños grandes’ ya no querrán estar en los brazos de mamá, porque son independientes y aventureros. Tus hijos estarán presentes durante toda tu vida, pero recuerda que su etapa como bebés dura muy poco, así que tenlos en tus brazos durante todo el tiempo que puedas.
Reflexiones finales que te pueden interesar
Como puedes ver, todos son beneficios que ayudarán a tu bebé a tener una calidad de vida amorosa y equilibrada desde el principio. Contrario a la creencia de los niños malcriados por estar tanto tiempo en los brazos de su madre. La conducta de los niños se ve influenciada por la forma de crianza y el actuar de sus padres, ya que aprende que es el que debe imitar.
Así que no tengas miedo de cargar o sostener a tu bebé todo el tiempo que desees y haz oídos sordos de los comentarios poco favorables de las viejas generaciones. Eso sí, esta actividad también debe ser realizada por el padre, así tiene una conexión fuerte con ambos.
- Beorlegui, C. (2011). La singularidad de la especie humana: De la hominización a la humanización. La singularidad de la especie humana, 1-542.
- Maldonado, M., Lecannelier, F., & Lartigue, T. (2008). Aspectos evolutivos de la relación madre-bebé. Perinatología y reproducción humana, 22(1), 15-25.
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