La importancia de un matrimonio exitoso para una familia feliz
Prioriza el amor y todo irá bien
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No estoy diciendo que una familia monoparental no sea capaz de crear un hogar feliz donde los niños puedan crecer sanos y felices, por supuesto es algo que se puede conseguir con esfuerzo, tesón y una buena actitud ante la vida. Pero cuando un matrimonio no es feliz estando juntos muy difícilmente se podrá conseguir una familia unida o con unas relaciones de apego sanas, y por eso hoy quiero darte algunas ideas de cómo un matrimonio exitoso puede crear una familia feliz.
Si tanto tú como tu pareja os preocupáis por tener un matrimonio saludable y cuidáis vuestra relación, entonces estaréis por un buen camino. Es necesario poner en la balanza como prioridad al matrimonio, antes incluso que el resto de prioridades familiares. Si un matrimonio se quiere y se respeta, enseñará amor y respeto a sus hijos, además de tener un hogar con un ambiente saludable para todos los integrantes.
Si quieres tener un matrimonio exitoso para poder tener una familia feliz y que tus hijos crezcan en un ambiente donde el amor y el respeto sea lo más importante, entonces sigue leyendo.
Llegar a la felicidad no es lo más importante
Llegar a la felicidad no es lo más importante porque la felicidad no es una meta, es un camino. Todo el mundo quiere ser feliz, pero no se dan cuenta que la felicidad no es el final de nada, la felicidad va y viene. Todos tenemos momentos de felicidad y momentos de pena, y todos, son normales en las personas. Las parejas con éxito aprenden a cuidar su matrimonio y su familia para tener más momentos de felicidad, aunque existan problemas.
No se abandona a la primera dificultad
Las parejas con éxito están compuestas por personas valerosas que afrontan los momentos de dificultad aunque las cosas se pongan complicadas. Cuando las parejas no saben qué hacer para salvar su relación, en lugar de centrarse en los problemas, se centran en las soluciones. El tiempo, en muchas ocasiones es el que ayuda a las parejas a que las cosas vuelvan a funcionar, proporcionando oportunidades para reducir el estrés y superar los desafíos. En un matrimonio exitoso, ningún miembro de la pareja abandona el barco ante la primera dificultad.
Si haces lo mismo de siempre, obtendrás el mismo resultado
Esta frase es totalmente verdadera y las parejas deben saberlo para poder reaccionar ante tiempos de dificultad. Las parejas deben aprender a que se deben abordar los problemas de forma diferente para poder tener resultados diferentes. En muchas ocasiones, los cambios más pequeños, el cambio de perspectiva y el cambio de actitud o de las acciones, marcarán una gran diferencia en el matrimonio, algo que se reflejará en la vida en familia… que será mucho mejor.
La actitud sí importa
La actitud sí importa, y mucho. El cambio de comportamiento es importante, pero lo es mucho más el cambio de actitud. Las malas actitudes siempre (siempre) conducen a malos sentimientos y a mala acciones. Si en el matrimonio existen malas actitudes muy probablemente habrá un ambiente tóxico donde las emociones negativas estén demasiado frecuentes, y los niños lo noten.
Si tú cambias, tu matrimonio también lo hará (para bien o para mal)
Según cómo piensen y dependiendo de lo que creas la vida en pareja podrá ser mejor o peor. Puedes cambiar a tu matrimonio sólo, si te cambias a ti mismo primero. No intentes cambiar a tu pareja, el cambio debe estar en tu interior para poder encontrar la felicidad. Si tu pareja no sabe estar a tu lado para aportar felicidad y alegrías, entonces quizá es que debéis buscar ayuda profesional.
El amor es una planta que hay que regar todos los días
Las parejas exitosas saben que el amor es como una planta que hay que regar todos los días, si dejas de echarle agua, simplemente se marchitará y se morirá. Con el amor pasa lo mismo, hay que aprender a cuidarse a uno mismo, y después al matrimonio. Recuerda que otra persona no te hará feliz, si quieres ser feliz con alguien primero deberás serlo tú contigo mismo.
Una crisis, te (os) hace más fuerte
Hay quienes piensas que cuando hay una crisis de pareja, el matrimonio se ha acabado y que las heridas emocionales se quedan para siempre. Depende. Las crisis son como las tormentas: aterradoras y peligrosas. Pero para poder estar a salvo después de una tormenta hay que saber manejar los conflictos. Una crisis puede ser un nuevo comienzo donde la pareja salga reforzada e incluso más unida.
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