La importancia de hablar a los niños desde el corazón
La comunicación afectiva es necesaria para un buen desarrollo infantil
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Los niños desde antes de nacer necesitan escuchar una voz suave y cariñosa que les transmita paz y armonía en todo momento. Hablar desde el corazón a los niños significa hablar desde las emociones, desde el afecto y el cariño. La educación emocional empieza desde el momento en que la mujer está embarazada y es que el bebé siente lo que la madre siente y desde el tercer trimestre, cuando escucha claramente la voz de la madre, también tendrá un gran componente afectivo para el pequeño.
Aunque el bebé en el útero no entiende lo que dice la madre, sí es capaz de entender la carga emocional con la que se pronuncian las palabras. Los niños desde el útero de la madre están vinculados a la voz materna por lo que el lenguaje emocional y afectivo ya tiene una gran importancia en el desarrollo de las personas desde antes de nacer.
Los niños desde ese momento necesitan no solo que se les satisfaga las necesidades básicas, sino también que se tengan en cuenta sus emociones. Los niños necesitan nutriste de amor, confianza y seguridad casi tanto como el comer o el respirar y el lenguaje afectivo, el que sale desde el corazón será el que ayude a conseguir que los pequeños sientan el amor a través de las palabras y las acciones. Las palabras bonitas son como caricias para el alma.
En cambio, si un niño no recibe un lenguaje cargado de emociones positivas, no tendrá un desarrollo adecuado. Un niño sin recibir un lenguaje afectivo de sus padres, podrá tener un desarrollo cerebral con carencias, experimentará vacíos emocionales que intentará llenar de otra forma -negativa- cuando crezca.
El poder de las palabras
Las palabras tienen mucho más poder del que nos imaginamos, por este motivo es tan importante que las personas sean conscientes de ello cuando se dirigen a los niños… que son tan sensibles a las palabras y a su carga emocional. Las palabras igual que pueden ser caricias para el alma también puede hacer mucho daño emocionalmente.
En ocasiones, los padres y madres descuidan el modo en el que se dirigen a sus hijos, tengan la edad que tenga. El lenguaje junto con las palabras tienen un gran poder y pueden moldear el cerebro de nuestros hijos, por eso todos los adultos debemos recordarlo para que puedan tener un desarrollo adecuado.
Las malas palabras, los malos modos, hablar con desprecio, etiquetar a los niños…. Pueden generar en los niños hasta trastornos emocionales severos. En cambio, está más que demostrado que el lenguaje positivo puede generar a los niños y a las niñas una conducta adecuada hacia el entorno y además, su autoestima puede verse mucho más potenciada.
Cómo hablar a los hijos desde el corazón
No todos los padres se sienten capaces de hablar todo el tiempo a los niños desde el corazón, y es que para hablar con cariño a los demás, primero debemos hablarnos con cariño y de forma positiva a nosotros mismos. Hablar de manera afectiva tanto a uno mismo como a los demás requiere tiempo, paciencia y sobre todo, ganas de querer hacerlo.
Pero para que se hable desde el corazón, no solo hay que hacerlo desde las palabras. Las palabras positivas sin una actitud o una carga emocional adecuada, serán palabras vacías… y estas palabras vacías aunque positivas pueden hacer igual de daño emocional que las malas palabras. La actitud es esencial para poder hablar desde el corazón a los niños y a uno mismo.
Hablar con el corazón significa potenciar la comunicación afectiva con nuestros hijos, es decir conectar la mente y el corazón: el cerebro y las emociones.
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