La importancia de decir “lo siento” desde el corazón
[mashshare icons=»1″]
Nunca será una buena idea obligar a los niños a disculparse, ni tampoco hacerles sentirse mal por algo que hayan dicho o hecho. Para que una disculpa sea de corazón primero hay que sentirla real y que los niños se den cuenta de qué es lo que ha ocurrido exactamente. “Lo siento” es una de las primeras palabras que enseñamos a nuestros hijos, pero cuando son pequeños no entienden su significado.
Pedir perdón no cambia lo que ha ocurrido y no necesariamente aliviará el dolor emocional. Entonces, ¿cómo podemos fomentar la empatía en nuestros hijos? Existe un estudio de la Universidad de Virginia que ha explorado la importancia y el significado de las disculpa en niños de 6 o 7 años. A esta edad, están aprendiendo y se están desarrollando a pasos agigantados y es muy importante que se construyan habilidades sociales que les ayudarán a avanzar en la vida.
En qué consistió la investigación
Los investigadores pidieron a un grupo de niños y a un asistente de investigación que construyeran torres con vasos de plástico. Justo antes de que el niño estuviera a punto de terminar su construcción, el adulto de forma “accidental” tiraba la torre del niño. El adulto se disculpaba en unas ocasiones y en otras no decía nada, y se marchaba de la habitación donde se encontraba el niño.
La disculpa era importante y marcaba una gran diferencia en los sentimientos de los niños, pero no siempre se notaba de forma inmediata. Inicialmente, los niños que recibieron la disculpa se sentían igual de mal que aquellos que no la recibieron porque su torre de vasos estaba destrozado.
Más tarde, sin embargo, el poder de la disculpa empezó a tener sentido. A pesar de que la disculpa no sanaba los sentimientos de dolor, sí tiene el poder de reparar la relación. Al final de la prueba, los niños debían decidir dar algunas pegatinas al adulto que les derribó la torre, y aquellos niños que recibieron la disculpa fueron más generosos que aquellos que no la recibieron.
La influencia de la disculpa
A pesar de que una disculpa no hace que los niños se sientan mejor, sí contribuye a facilitar el perdón real. Parece que son capaces de reconocer las señales de que la otra persona se siente mal por lo que ha hecho y ésto puede hacer que exista una mejora en la relación al sentir la promesa de que no volverá a hacerlo. Además, cuando los niños reciben las sinceras disculpas de las personas que tienen a su alrededor, también se sentirán mucho más propensos a pedir disculpas sinceras cuando sea necesario.
Decir “lo siento” es importante para una relación, ya que hay algo más que un fortalecimiento de la relación. Cuando los niños reciben una ayuda por parte del adulto para reparar la torre que se ha caído, se sienten mejor en el momento del accidente y son más generosos más tarde. Cuando se ayuda a los niños a arreglar las cosas hará que “la víctima” se sienta mejor de diferentes maneras.
El primer efecto es deshacer algunos daños, poniendo las cosas bien. El segundo efecto es mostrar a “la víctima” que la persona que ha cometido el error realmente se siente mal y quiere remendar el error para mejorar la relación entre ellos.
Cuando se trata de pedir disculpas, los niños saben lo que hay que hacer, pero también pueden sentirse perdidos y en éste caso necesitarán orientación por parte del adulto. No sólo es pedir perdón y ya está, es necesario también que entiendan que hay que hacer las cosas bien. Así se alimentará la confianza y la conexión más adelante. Fomentar la disculpa sincera se podrá mejorar la empatía y la relación con los demás.
Comentarios