10 ideas Montessori para decorar una habitación infantil
Una habitación infantil para potenciar la autonomía
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El método de María Montessori, una educadora italiana, propone una forma de educar a los niños en la que se respeten sus derechos y se les brinde libertad para aprender, siguiendo su propio ritmo. Este modelo educativo se encuentra presente en muchos jardines de la infancia y escuelas primarias, y también lo han comenzado a aplicar muchos padres en sus hogares.
De hecho, incluso se puede aplicar a la decoración de la habitación infantil ya que de esta manera se logra que el niño sea el protagonista de su propio aprendizaje. En el método Montessori no solo es importante educar con amor y comprensión sino que también es fundamental estructurar el ambiente de aprendizaje. Esta educadora estaba convencida de que un ambiente sencillo y ordenado, donde todo sea accesible para el niño, es fundamental para no abrumar a los pequeños y estimular sus ganas de conocer.
¿Cómo decorar la habitación de tu hijo siguiendo los principios de Montessori?
1. Aprovecha el espacio
Muchos padres caen en el error de sobrecargar las habitaciones infantiles, de manera que tantos muebles y cosas terminan abrumando al pequeño. Sin embargo, una habitación Montessori se debe caracterizar precisamente por su diseño limpio y sencillo. No se trata de aprovechar el espacio al máximo para colocar más muebles sino de dejar sitio para que el niño pueda jugar y disfrute realmente su habitación. Por tanto, elige solo los muebles que sean realmente imprescindibles.
2. Recurre a colores cálidos y relajantes
María Montessori pensaba que el entorno educativo no debía agobiar perceptualmente a los niños. Por eso, aunque los colores de la habitación infantil deben ser cálidos, es importante que transmitan la sensación de tranquilidad y armonía. Si lo prefieres, puedes elegir colores claros y neutros. De hecho, considera que el uso del color también influirá en la calidad de sueño del niño. Por ejemplo, se ha apreciado que los niños duermen peor en habitaciones amarillas.
3. Elige muebles adaptados al niño
Los muebles infantiles deben estar adaptados al pequeño, lo cual significa que tendrán que ir transformándose a medida que crezcan. El niño siempre debe tener todo al alcance de la mano, para utilizar las cosas a medida que las necesite sin necesidad de pedírselas a sus padres.
4. Usa una cama sin barrotes
En la habitación infantil, la cama es uno de los elementos principales alrededor del cual gira el resto de la decoración. Sin embargo, según el método Montessori, las camas no deberían tener barrotes que limiten los movimientos del niño y aumenten la dependencia de los padres. Los peques deben ser capaces de levantarse y acostarse sin ayuda, por lo que la cama se suele colocar a ras del suelo, para evitar caídas.
5. Cerciórate de que el suelo sea seguro
En una habitación decorada según el método Montessori el suelo cobra un protagonismo inusitado. De hecho, es importante que sea cálido y seguro para que el niño pueda jugar o caminar descalzo cuando lo desee. Una buena idea consiste en colocar una gran alfombra, que brinda calidez y amortigüe las caídas.
6. Decora las paredes con láminas
Es conveniente colocar láminas en las paredes, a una altura en la que el niño pueda observarlas. De hecho, el uso de láminas, siempre que no sea excesivo, estimula la creatividad infantil y la capacidad de observación. Además, también contribuyen a darle personalidad al espacio, crear un ambiente más agradable y, por supuesto, estimular la apreciación artística. Obviamente, no se trata de colocar pinturas de los grandes maestros sino láminas pensadas para atraer la atención infantil.
7. Coloca un espejo en el que el niño pueda verse
El espejo es otro de los elementos importantes en una decoración que siga el método Montessori. Debe estar colocado a la altura del pequeño, de manera que este pueda ver su reflejo, ya sea mientras juega o está acostado. De hecho, este pequeño detalle le ayudará indirectamente a perfeccionar los movimientos y a desarrollar la autoconciencia.
8. Reserva un lugar para la naturaleza
En las escuelas Montessori se promueven las actividades en y con la naturaleza, adaptadas a las diferentes etapas del desarrollo. Cuando el niño sea mayorcito, puedes colocar en su habitación una “mesa de la naturaleza”, un espacio en el que podrá cuidar sus plantas, hacer manualidades con elementos naturales o simplemente jugar con caracolas y conchas. La idea es que lleves un pedacito de la naturaleza a su habitación.
9. Selecciona inteligentemente los juguetes
Los juguetes son uno de los elementos más importantes para el desarrollo y el aprendizaje del niño. En su habitación, todos los juguetes deben ser seguros, aptos para su edad y, por supuesto, deben estar a su alcance para que el pequeño pueda usarlos cuando le apetezca. No obstante, no es necesario atiborrar la habitación de juguetes porque así solo logrará producir una sobreestimulación que terminará confundiendo al niño y haciendo que pierda el interés. Lo ideal es elegir juguetes sencillos hechos con materiales naturales, que son los que estimulan realmente la fantasía. De hecho, también puedes incluir en la habitación otros objetos seguros, aunque no sean juguetes, pero que puedan despertar el interés del niño.
10. Asegúrate de que cada cosa tenga un lugar
En las aulas Montessori se respeta el orden, cada cosa tiene su sitio, algo que también se puede aplicar a la habitación infantil. No se trata de desarrollar una obsesión por el orden pero tener puntos de referencia ayudará al pequeño a orientarse mejor: no solo sabrá dónde está cada cosa sino también dónde la debe colocar cuando termine de usarla. Esa organización contribuye a darle un sentido al mundo infantil y le transmite una sensación de seguridad y estabilidad. Además, también fomenta la autonomía y valores como la organización.
Sin duda, deshacernos de la mentalidad que nos lleva a usar barrotes para “proteger” a los niños y decorar con muebles demasiado altos pensados más para los padres que para los niños, nos ayudará a criar a personas más independientes y autónomas. Además, lo mejor de todo es que las habitaciones Montessori, por su sencillez, son mucho más económicas que una habitación tradicional.
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