Hola papis, ya he llegado a vuestra vida

Antes de adentrarnos en esta emotiva carta, quiero que sepáis que las palabras que vais a leer son un reflejo de lo que vuestro recién nacido podría sentir. Es un puente de amor y entendimiento entre su mundo y el vuestro. Ahora, os invito a descubrir lo que vuestro pequeño tesoro querría compartir con vosotros.

Hola mamá y papá,

Estamos conociéndonos pero me emociona saber que soy vuestro pequeño tesoro. Desde que me sostuvisteis en brazos por primera vez sentí una gran emoción y seguridad, ¡ya había llegado a vuestras vidas! Ha sido una larga espera, pero ha valido la pena. Siento vuestros brazos cálidos igual que cuando estaba en el útero de mamá. Aún no puedo hablar, pero quiero comunicarme con vosotros desde lo más profundo de mi corazón.

Sé que tenéis muchas ganas de conocerme bien, pero necesitamos tiempo para lograrlo. Me encanta ver vuestras caras y sentir vuestro amor. Aunque quiero compartir con vosotros algunas expectativas y necesidades mientras continúo preparándome para este mundo. Sé que haréis todo lo posible por cuidarme y amarme de forma incondicional, pero solo quiero que no se os olviden algunos aspectos importantes.

Antes que nada, quiero agradeceros la oportunidad de formar parte de vuestras vidas y de haberme traído al mundo. Desde que mamá supo que estaba de camino, sentí todo su amor desde sus entrañas. Esto me hizo sentir seguro y amado desde antes de nacer, algo que fue muy importante para mí y mi desarrollo.

La paciencia es una virtud, y en los próximos meses así como en los años venideros, será fundamental que lo tengáis en cuenta. Durante los próximos meses puede que llore sin razón aparente o que necesite que estéis a mi lado todo el tiempo, aunque estéis cansados… Por favor, os pudo que me comprendáis ya que soy un bebé y el llanto es mi única forma de comunicarme con vosotros.

No os preocupéis, puedo comprender que al instante no entenderéis lo que me pasa, pero estoy seguro que haréis todo lo posible por entenderme. Poco a poco os daréis tiempo que el tiempo será nuestro maestro y que iremos aprendiendo juntos a comunicarnos de una forma cada vez más efectiva.

Otro aspecto importante sobre el tema del llanto, es que cuando esté llorando quiero que sepáis que no es mi intención que estéis cansados, que no podáis dormir o alteraros por las noches. Mi ritmo de sueño y vigilia es diferente a la vuestra y estoy intentando adaptarme a este mundo y a sus ritmos… ¡en el útero de mamá no habían horarios!

Por eso, de nuevo, os pido paciencia y que no os frustréis si pasáis algunas noches sin dormir… En esos momentos lo que más necesitaré es vuestro amor incondicional y vuestros abrazos para poder regularme y calmarme. Os prometo que a medida que las semanas y los meses vayan pasando, las noches serán más tranquilas y podréis volver a dormir bien de nuevo.

Me encanta experimentar el amor incondicional que sentís por mí y quiero que nunca se acabe. Necesito que me cuidéis durante mucho tiempo… debéis saber que mi amor por vosotros también será inmensurable. Aunque no pueda expresarlo con palabras ahora, os demostraré este amor tan profundo a través de mis sonrisas, miradas y queriendo vuestro contacto amoroso todo el tiempo.

Vuestros abrazos son para mí un combustible de amor. Me encanta sentir el calor y la seguridad que albergan vuestros brazos para mí… el contacto físico me resulta tan importante como el respirar. Así es como me siento protegido y amado. No creas que por sostenerme en brazos me vas a malcriar… ¡realmente lo necesito! Me hace sentir bien y además se refuerza nuestro vínculo emocional.

Otro aspecto que no quiero olvidarme es sobre la importancia de que no me gritéis cuando estéis cansados o frustrados. Si me gritáis sentiré miedo por lo que os pido por favor, que mantengáis la calma. Vuestras voces tranquilas y cariñosas será mi mayor consuelo y a medida que crezca, aprenderé mucho de vosotros, y si me habláis desde la calma podré aprender a reconducir mis emociones más intensas de forma positiva.

Sé que no siempre seré fácil de cuidar, pero quiero que sepáis que cada momento que compartimos juntos es especial para mí. Estoy emocionado de descubrir el mundo a través de vuestros ojos, aprender de lo que contéis y crecer con vuestro amor y guía.

Mamá y papá, en los próximos años, experimentaremos juntos una montaña rusa de emociones y desafíos, pero también viviremos momentos de alegría y risas incontenibles. Os prometo que cada sonrisa que dibujen en mi rostro valdrá la pena cada desvelo y sacrificio que hagan por mí.

Con todo mi amor,
Vuestro bebé.