Tus hijos pueden aprender a ser responsables
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Sí, aunque a veces no te lo parezca, tus hijos también pueden aprender a ser responsables, solo necesitan que les enseñes el camino correcto y que tu paciencia sea el mejor maestro para su aprendizaje. Es posible que la responsabilidad signifique hacer las cosas por su cuenta, los deberes, la tareas, ayudarte a cocinar, limpiar acorde a su edad, saber resolver los conflictos entre hermanos, etc.
Que los niños aprendan responsabilidad significa sobre todo que los niños aprendan poco a poco cómo deben relacionarse con el mundo que les rodea sin que los padres deban orientar todo el tiempo. Los niños deben tener oportunidades suficientes para poder decidir lo que tienen que hacer en cada momento para que de este modo, en el futuro, sean capaces de escoger las mejores decisiones ante cualquier situación.
Si los niños tienen oportunidades suficientes se sentirán capaces de manejar su propia responsabilidad en la vida diaria, podrás ver cómo cada vez te necesitan menos y ellos serán capaces de manejar los conflictos. Por supuesto, habrán momentos en que te necesitarán y deberás ser su guía constante. La vida está llena de nuevos obstáculos. Pero, ¿cómo enseñarle este tipo de responsabilidad?
Ser el mejor ejemplo
Como bien sabrás, los niños siguen el ejemplo de sus padres, por lo que tienes una gran responsabilidad en cuanto al ejemplo que le estás mostrando a tus hijos. Los niños aprenderán de lo que hagas por lo que si quieres que tus hijos sean responsables en sus acciones y en la vida diaria, deberán ver cómo en tú también lo eres cada día. Las tareas domésticas, el pago de las facturas, ser puntual, tener un buen comportamiento con los demás y con uno mismo… Son un buen ejemplo de responsabilidad que los niños tienen que ver en ti.
Tareas según su edad
Si quieres enseñar a tus hijos responsabilidad lo último que debes hacer es darles tareas que sean demasiado complicadas para ellos, porque en ese caso solo generará frustración y malestar. Es importante que pienses en tareas diarias que tus hijos puedan hacer sin demasiada dificultad según la edad o desarrollo evolutivo que tengan. Además de escoger una tarea adecuada para su edad, también necesitará instrucciones acerca de lo que quieres que haga, es decir, qué es lo que esperas exactamente de él en un momento determinado.
Necesita que las órdenes que le des sean específicas y si implican varios pasos, entonces deberás darle las instrucciones una detrás de otra. Cuando los niños tienen tareas que pueden realizar porque son alcanzables para su edad, aumentará su sentido de la independencia. Si por ejemplo quieres que te ayude en una tarea y es demasiado complicada para su edad, como poner toda la mesa él solo, lo mejor es darle responsabilidad de una pequeña parte de la tarea, como por ejemplo, colocar las cucharas. El sentimiento de independencia también se trabajará en estos momentos y se sentirá motivado para seguir aprendiendo y teniendo responsabilidad.
Céntrate en el esfuerzo más que en el resultado
Para poder trabajar con consecuencias dependiendo del comportamiento, es importante que se tenga en cuenta más el esfuerzo que el resultado. La práctica hace al maestro, por lo que es necesario que el esfuerzo sea lo más importante a tener en cuenta, incluso si el pequeño no lo entiende bien al principio. Si solo te basas en los resultados… Puede disminuir su confianza y que se reduzca el deseo de ayudar o de tener responsabilidades.
Lo ideal es dividir la tarea en partes manejables para los niños y ayudarles en aquellas que puedan ser más difíciles. Con el tiempo podrá hacerlo él solo sin ayuda de ningún tipo, pero debe aprenderlo con motivación y ayuda al principio. Esto le dará sensación de logro y será capaz de intentarlo por su cuenta la próxima vez.
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