¿Tus hijos se portan mal? La Inteligencia Emocional te ayudará
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Son muchas las veces que los niños muestran su descontento a través de un mal comportamiento, y los padres apresuradamente juzgan al pequeño etiquetándolo de “malo”. En realidad no existen niños malos, solo deben aprender a comportarse mejor para que de esta manera, sean capaces de disfrutar de una relación armoniosa en familia… Pero necesitan tu paciencia y tu guía constante.
Nunca etiquetes a un niño cuando tiene un mal comportamiento porque SIEMPRE hay una emoción detrás que se debe descubrir y entender. Solo de esta manera serán capaces de comprender qué les ocurre y así, actuar en consecuencia. La Inteligencia Emocional te puede ayudar con esto.
Auto-conocimiento
La Inteligencia Emocional te ayudará a que los niños tengan un buen auto-conocimiento, una mejor gestión y un mejor entendimiento de la frustración o de cualquier otra emoción que se suele considerar como negativa.
Con la Inteligencia Emocional los niños aprenderán a comprenderse mejor a ellos mismos y en consecuencia, también aprenderán a entender a los demás… es decir, la empatía y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás comenzarán a crecer. El buen comportamiento tendrá más peso porque comprenderá mejor sus emociones y no sentirá la necesidad de exteriorizar de algún modo (como el mal comportamiento), las emociones más negativas o intensas.
Niños con carácter
Son muchos los niños que tienen mucho carácter, que nacen ya siendo temperamentales. Esto no es malo, ellos necesitarán una cercanía mayor con sus padres, y una guía más constante. Independientemente de cómo sean los niños, ellos siempre necesitarán que les dediques una crianza respetuosa. Tus hijos necesitan que estés a su lado, que les pongas límites acordes a sus necesidades para que sean capaces de entender que hay conductas que no son aceptables.
El autocontrol es imprescindible en muchas ocasiones y los niños deben conseguir dominarlo para evitar comportamientos tóxicos en el futuro. La responsabilidad es una forma de hacerles crecer siendo autónomos y capaces de entenderse a sí mismo y a los demás. Esto no es nada sencillo pero es posible y aún más probable el conseguirlo si pones de tu lado a la Inteligencia Emocional.
Inteligencia Emocional como salvavidas para el mal comportamiento
Estas estrategias sirven para niños de más de 4 años, ya que antes, a causa de su limitado entendimiento solo se puede pautar, atender e intuir las necesidades de los niños. Deberás entender por qué tiene algunas reacciones y cómo puedes prevenirlas. Pero a partir de los cuatro años:
- Me calmo para explicar qué ha pasado y cómo me siento. Si un niño se comporta mal no le grites ni te enfades, pregúntale por qué lo ha hecho y ayúdale a encontrar las palabras correctas. Poned nombre a las emociones que han aparecido: enfado, rabia, ira. Por ejemplo: “He pegado a mi hermano porque me he sentido muy enfadado”.
- Entiendo los sentimientos de los demás. Se trata de trabajar la empatía. Si tiene una mala conducta deberá entender cómo afecta a otras personas su comportamiento. Toda acción impacta de algún modo en los demás… y siempre será mejor una conducta positiva por el bien propio y de los demás.
- Como ya entiendo mejor mis emociones y las de los demás, ahora actuaré siendo más responsable. Deberás ayudar a tus hijos a encontrar la solución a lo que le ha causado ese malestar emocional y de esta manera, la próxima vez será capaz de reaccionar de una forma más adecuada al contexto, situación y por su propio bienestar emocional.
Con estas estrategias de Inteligencia Emocional tu hijo comenzará a comprender que no siempre tendrá lo que quiere en un momento determinado y que sobre todo, es él quien tiene el control de sus propias emociones… Una habilidad que le servirá para toda la vida.
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