Si tus hijos te dicen esto, vas por buen camino

Todo el mundo sabe que los niños no vienen con manual de instrucciones y que la crianza es más difícil de lo que parece. Quizá cuando te decían antes de ser padre o madre que la educación era difícil pensabas que no podía serlo tanto, hasta que lo comenzaste a vivir en tus propias carnes. Al principio todo parece sencillo, cuando tus hijos son solo bebés (aunque también es bastante complicado y delicado).

Pero a medida que van creciendo la cosa se complica, porque la educación principal se basará en tus valores y en tu crianza. Nunca sabrás si lo estás haciendo bien o si te estás equivocando porque hay muchas formas diferentes de educar.

Te vamos a dar algunas pistas para que sepas si lo estás haciendo bien o no… Hay algunas cosas que si tus hijos te dicen es porque sin dudarlo, lo estás haciendo bien… Si las escuchas… ¡es que vas por buen camino!

Todos mis amigos lo tienen

No importa si es un juguete, unas zapatillas o un móvil. Tu hijo no tiene que tener todo lo que los demás tienen. Por ejemplo si todos sus amigos tienen móvil y él no, es porque lo estás haciendo bien y estás evitando a una edad temprana que utilice una herramienta que realmente está pensada para los adultos.

Nunca me compras nada

Si tu hijo te dice que nunca le compras nada es porque vas por buen camino. Es necesario que los hijos aprendan a valorar las cosas, que sean responsables de sus acciones y que si quieren algo, dosifiquen el esfuerzo para poder conseguirlo. Obviamente esto no significa que nunca le compras nada (evidentemente sí le compras muchas cosas como ropa o comida), pero son los caprichos que no sirven para nada en los que no te gastas ni tu dinero ni tu energía.

Los padres de mis amigos son mejores que tú

Esta frase puede que al principio te duela, sobre todo cuando un hijo adolescente lo suelta por su boca… Pero en realidad, solo te está diciendo que los padres de sus amigos son más indulgentes que tú, más permisivos y que posiblemente, tendrán problemas con sus hijos a corto o largo plazo por este mismo motivo. Así que, si tu hijo te dice esta frase, sin lugar a dudas, lo estás haciendo bien. Tus normas y tus límites van por buen camino.

Eres un/a pesado/a

Si tu hijo te llama “pesado” es porque te preocupas lo suficiente por él/ella y estás pendiente de que sea responsable de sus cosas y que se esfuerce en todo lo que debe hacer, como las tareas de la escuela, las tareas del hogar, que se comporte bien en casa y con la familia, etc. Es posible que no le guste todo lo que le dices y por eso te llama “pesado” o “pesada”. Pero sin lugar a dudas, si lo haces, felicitate.

Te odio, no me quieres ni me entiendes

Recuerda que esta frase puede que te la diga en momentos de enfado, y cuando sea así, no tendrás que hacer mucho caso porque, como sabrás, los adolescentes o niños no entienden mucho de control de emociones y debes enseñarles a hacerlo. En este sentido, cuando te diga estas hirientes palabras, no le prestes mucha atención porque solo te está diciendo que está enfadado/a pero que no sabe controlar lo que siente. Necesita tu guía y descubrir qué le ocurre, cuál es la emoción que le domina y saber qué hacer para sentirse mejor, ¡sé su maestro/a!

Yo también quiero tener redes sociales

Si te dice tu hijo que quiere cuentas de redes sociales pero no le dejas, también vas por buen camino porque las redes sociales, al igual que ocurre con los móviles no son para niños. Debe tener mucha madurez mental y emocional para poder gestionar las redes sociales y hasta pasados los 16 años es mejor que no las tengan.

¿Puedo comer solo?

La respuesta es no… Pero es normal que lo intente. Ahora no lo valorará, pero comer o cenar juntos cada día es imprescindible para poder fomentar el tiempo en familia. Recuerda que hacerlo sin televisión es la mejor manera de invertir en tiempo familiar. Cuando pase un tiempo agradecerá todos esos momentos que crearon fantásticos recuerdos alrededor de una mesa con las personas más importantes de su vida.

Te quiero

No todo es malo. Tus hijos te quieren y te adoran y aunque te lo digan pocas veces… si te lo dicen, es que estás por el mejor camino de todos… ¡el de la maternidad y paternidad! Que tus hijos te digan que te quieren es lo más bonito que existe en el mundo.