Hijo… siempre volveré para ti
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Dicen que “madre solo hay una y que como la mía, ninguna”… ¡Y es una gran verdad! Si bien es cierto que los padres también se están ganando este puesto en el corazón de sus hijos, tanto padres como madres son imprescindibles en el corazón de sus hijos. El vínculo de una madre no se puede comparar con el vínculo hacia otra persona. Incluso cuando los niños crecen y se convierten en adolescentes… el vínculo sigue siendo mágico y fuerte, aunque parezca debilitado.
No importa el cansancio
Una madre sabe que siempre volverá si sus hijos la necesitan sin importar el cansancio que tenga, sin importar la hora, sin importar si tiene que madrugar, sin tener en cuenta si está triste o contenta… Si los hijos son mayores, no importa si vive lejos porque si la necesitan ella siempre volverá a su lado.
Los hijos llegaron al mundo para cambiar la vida de una madre por completo. Los hijos sacan de la rutina de forma abrupta a los nuevos padres para vivir nuevas aventuras, para cambiarlo todo por completo, para que descubran qué es y cómo se sienten las sonrisas verdaderas… una madre descubre que ya no es la misma persona que era antes de que sus hijos nacieran y que tampoco quiere ser su antigua versión.
Volveré a ti porque construyes mis sueños y fortaleces mi corazón
Una madre volverá siempre al lado de su pequeño porque es él quien le ayuda a construir sus sueños, pero ahora, con ellos dentro. Una madre sabe que los niños desde el momento en que nacen la necesitan para cuidarles, guiarles, protegerles, alimentarles… Sabe que debe estar a la altura para poder hacerlo bien. Al principio puede sentir miedo esa madre con tanta responsabilidades, miedo de querer hacerlo todo siempre perfectamente por el bien de sus hijos.
Aunque a veces sea agotador escuchar de nuevo un “mamá”, en realidad ese “mamá”, cambia todo en la vida de una madre. Se olvidan los problemas, aquello que antes nos preocupaba ahora se convierte en cosas banales, porque lo que realmente importa en nuestras vidas tiene pequeñas sonrisas y te toman de la mano para cruzar la calle. Se sabe que ellos son lo más importante en la vida y que no hay nada ni nadie que cambie eso jamás.
Siempre tendré amor para ti
No importa los años que pasen o cómo vaya la vida, siempre tendrás besos para tus hijos, les dirás que le quieres una y otra vez (¡nunca será suficiente!). Siempre que tus hijos te necesiten estarás a su lado sin importar si es a las 4 de la tarde o a las 4 de la mañana. Serás su cómplice, su guía… su base de amor incondicional. Pase lo que pase.
Quizá antes de ser madre no entendías cómo una madre tienen tantas fuerza y energía para cuidar de sus hijos, por qué una madre nunca se rinde ni se cansa de estar jugando con sus hijos… Porque una madre no tiene motivos para rendirse, lo que no le faltan son motivos para seguir luchando y amando con todo su corazón cada día de su vida.
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