Que tu hijo no sea una persona codependiente para ser feliz
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La codependencia solo hace que las personas sean infelices, sin importar su edad. Existen investigaciones que demuestran que la codependencia se aprende en las familias y se transmite de generación en generación. Esto impide que las personas se desarrollen como individuos sanos e independientes. La codependencia al ser aprendida, deberás saber si tú eres una persona codependiente o no, porque será el primer paso para que tus hijos no aprendan a serlo.
La codependencia se aprende
Cuando los padres son personas codependientes, la codependencia se transmite a menos que sean conscientes de lo que les ocurre y que de forma consciente se esfuercen por tener una actitud saludable con sus hijos y que no les transmitan ningún patrón codependiente. Es necesario saber que la codepedencia, se aprende, y por tanto, se puede prevenir y desaprender.
El problema es que como cualquier adicción, la codependencia se caracteriza primero por la negación. Es posible que ni siquiera te des cuenta de que eres una persona codependiente y que se lo estás enseñando a tus hijos, a pesar de tus buenas intenciones como padre o madre. Es necesario prevenir esto para mejorar tu autoestima y tu comunicación, y también la de tus hijos.
Síntomas de la codependencia
¿Quieres saber si eres una persona codependiente? No te pierdas cuáles son los síntomas de la codependencia, porque así podrás valorar si realmente deberías cambiar tu comportamiento actualmente. Síntomas de la codependencia:
- Te centras demasiado en una persona o en algo
- Tienes baja autoestima
- Sientes inseguridad todo el tiempo
- No sabes tomar decisiones por ti mismo/a
- No tienes una comunicación asertiva con los demás
- Te niegas necesidades, sentimientos o deseos
- No tienes metas
- Sientes la necesidad de tener control
Los niños aprenden quienes son a través de sus padres
Los niños aprenden a ser quienes son y a tener su propia personalidad, siendo capaces de comunicar, valorar e identificar sus necesidades y sentimientos a través de las interacciones y de la comunicación que tienen con sus padres.
La comunicación que tienes con tus hijos es fundamental para su buen desarrollo emocional, así como para la formación de su identidad. Los niños sentirán si están seguros o no, si confían en ellos mismos o no, o si tienen inseguridad en el mundo y se sienten fuertes y capaces, dependiendo de la autoestima que tengan.
Familias saludables; niños equilibrados
Es necesario que los padres que descubren que son codependientes emocionalmente trabajen para dejar de serlo, si es necesario a través de terapia. En este sentido, es importante que todos los padres y las madres conozcan cuáles son los rasgos de las familias saludables que permiten que sus hijos se desarrollen como adultos independientes y funcionales. Algunos ejemplos que debes tener en cuenta son:
- Libertad en la expresión de sentimientos, pensamientos y opiniones
- Igualdad y equidad entre todos los miembros de la familia
- Una comunicación sana y abierta
- Entendimiento de las emociones; empatía y asertividad en la comunicación
- Trabajo de resiliencia familiar
- Mantener unas reglas razonables en casa
- Nutrir y apoyar la comunicación familiar
- Mantener unos límites saludables
- Resolución de problemas en familia
Como padres y madres, es necesario que se trabaje desde casa para que los niños se conviertan en adultos independientes, con pensamientos propios y que se den cuenta de que son capaces de conseguir lo que se propongan sin necesidad de los demás. Los padres deberán dejar a un lado la codependencia, trabajar para ser adultos independientes y de éxito (con una buena salud emocional) y que de esta manera, los hijos puedan aprender este comportamiento beneficioso para su presente y su futuro.
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