¿Por qué tu hijo debe crecer junto a sus primos?
La importancia de los primos en la vida de los niños
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Para algunos niños sus primos no son un simple miembro más de la familia, son sus primeros amigos, confidentes y compañeros de aventuras. Por eso, a menudo ocupan el lugar que le correspondería a un hermano, sobre todo cuando se trata de hijos únicos. De hecho, crecer junto a los primos puede ser mucho más beneficioso de lo que podríamos suponer. Esta cercanía puede estimular el desarrollo cognitivo y motor de los niños, a la vez que les brinda una oportunidad para aprender a relacionarse con los demás y poner a prueba sus habilidades sociales.
5 razones por las que tu hijo debería pasar más tiempo con sus primos
1. Desarrolla sus habilidades motoras
Cuando el niño crece junto a sus primos suele pasar gran parte del tiempo jugando. El simple hecho de mantenerse en constante movimiento es un excelente estímulo para el desarrollo motor del pequeño, sobre todo si sus primos son mayores ya que se convertirán en un modelo a seguir y le enseñarán nuevas habilidades, ayudándole a consolidar los logros ya adquiridos. Los primos le motivarán a patear mejor el balón, lanzar más lejos la pelota y correr más rápido.
2. Enriquece su vocabulario
Aunque tu hijo y sus primos pertenezcan a la misma familia, cada uno utilizará distintas palabras y expresiones, una diferencia que se acentúa aún más entre los primos de edades diferentes. Por tanto, el hecho de que tu hijo pase tiempo con sus primos le permitirá apropiarse de nuevas palabras y su significado, a la vez que aprenderá diferentes acepciones y conjugaciones. Además, si tu hijo aún no ha aprendido a hablar bien, el tiempo que pasa con sus primos se puede convertir en una oportunidad excelente para entrenar su dicción.
3. Aprende a convivir con los demás
Pasar tiempo con los primos no solo es sinónimo de diversión, también implica adaptarse a determinadas normas sociales. Cuando el niño tiene que esperar su turno en el juego, no puede disponer de los juguetes a su antojo y debe compartir sus pertenencias con los primos está aprendiendo algunas normas básicas de convivencia. Esta interacción es muy provechosa ya que también estimula la tolerancia y le enseña a lidiar con la frustración. De esta forma, poco a poco, los niños aprenden a comunicarse de manera asertiva y a desarrollar habilidades de resolución de conflictos, que le serán muy útiles cuando comience el colegio.
4. Gana en independencia
Pasar tiempo en casa de los primos es muy divertido, y también es una excelente oportunidad para que tu hijo aprenda a ser más independiente. Pasar una jornada o un fin de semana fuera de casa le permitirá poner en práctica todas las cosas que ha aprendido, sin tu supervisión, desde lavarse los dientes y ducharse solo hasta recoger los juguetes cuando termina de jugar e incluso hacer los deberes. Ese tiempo lejos de los padres fortalece su autonomía e independencia, a la vez que estimula la autoconfianza y la autoestima, por lo que es muy beneficioso para su desarrollo psicológico.
5. Descubre un mundo nuevo de emociones
Los primos suelen ser los primeros grandes amigos de un niño. Con ellos aprende lo que es la lealtad, la complicidad y la confianza, así como lo que significa sentirse apoyado por otra persona y contar con alguien que le ayude a resolver conflictos, a enjugar las lágrimas y que siempre tenga una carta bajo la manga para divertirse. Con sus primos, el niño aprende lo que es la alegría, la motivación y el entusiasmo, pero también lo que significa estar triste y enfadado, un gran abanico de emociones que enriquecerá su vida afectiva.
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