Familia

Hachiko: una historia real sobre el amor incondicional

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Hachiko
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando nos convertimos en padres es el momento en que comprendemos exactamente lo que significa el amor incondicional. Es un tipo de amor que sale de las entrañas y que es difícil de explicar. Aunque este tipo de amor no solo ocurre entre padres e hijos, también puede ocurrir en interespecies, como la historia de Hachiko, un perro que amaba a su dueño por encima de todas las cosas.

Es una historia real tan tierna que se ha llevado a la pantalla con la película “Siempre a tu lado”. Un ejemplo que muestra el amor incondicional como todo el mundo debería conocer. Es posible que ya conozcas esta historia porque es muy popular, pero si no es así, es necesario que sigas leyendo porque te estremecerá el corazón.

Hachiko, el perro leal

La película cuenta la historia de un profesor universitario que adopta a un perro abandonado y se genera una amistad profunda entre ambos… donde el amor incondicional y la fidelidad se convierte en la historia principal de sus vidas. Pero la historia rompe el corazón a cualquiera…

Cada día, el perro iba a recibir a su amo a la estación de ferrocarril de Shibuya en Tokio. Al regresar del trabajo este hombre se encontraba a su perro que le esperaba para poder volver juntos a casa.

Un día, el profesor nunca volvió a la estación porque se murió. Pero el perro siguió esperándolo todos los días del resto de su vida. Hasta que su propia muerte llegó durante la primavera de 1934.

Hachiko 1934
Hachiko

El perro no se marchaba nunca del lugar esperando fielmente a que su amo volviese algún día a estar a su lado. Es una muestra maravillosa de lealtad y amor incondicional interespecie. Los habitantes del lugar le alimentaban y le hacían compañía porque sabían que su dueño nunca volvería a estar a su lado.

Hachiko, la película

La versión original de la película se llama: “Hachi: a Dog’s Tale” y su guión fue escrito por Stephen P. Lindsey. La película que nos muestra esta bonita historia fue dirigida por Lasse Hallström y protagonizada por Richard Gere.

En el caso de la interpretación del perro, fue recreada por tres ejemplares de la raza Akita, mostrando cada etapa diferente de la vida de Hachiko, hasta su etapa anciana cuando, aún no había cesado de esperar a su amo, pero la muerte le llegó.

La película tuvo muy buenas críticas ya que es sin duda un gran filme donde se siente ese amor incondicional de una manera íntegra.

Hachiko pelicula
Richard Gere

Lo que nos enseña del amor incondicional

Es una manera de entrega por amor incondicional de su mascota a su amo… una persona que también le quería mucho pero que por culpa de la llegada de la muerte no pudo volver a estar con su perro, ni a despedirse de él.

Cuando el animal acompaña cada mañana y le espera a la vuelta, es una muestra clara de entrega. Hachiko era un perro abandonado que muestra su total gratitud hacia una persona que le recogió de la calle y le dio todo su amor mientras estuvo vivo.

El vínculo afectivo en cualquier especie, sucede desde la lealtad, la mutua admiración, el cariño y la entrega sin pedir nada a cambio. Los amigos son las personas que escogemos nosotros, las personas. Pero este amor también se da en la familia, trabajando el vínculo entre padres, hijos y parientes.

Esto hará que aún cuando no estemos presentes por las circunstancias de la vida, los demás nos recuerden y sigamos vivos en su corazón… que sientan hacia nosotros ese mismo amor incondicional que existía mientras la vida nos unía.

Además, la historia de Hachiko, también nos recuerda que los animales, en este caso los perros, también sienten emociones intensas. Es una gran película para ver en familia y para trabajar el valor del cuidado y el amor hacia las mascotas.

Los perros también son parte de nuestra familia, así como cualquier mascota que tengamos. Desde el momento que entran en casa y les aceptamos como un miembro más, hay que ser consecuentes con esa decisión y mantener la responsabilidad hacia su bienestar físico y emocional… porque también sienten y padecen, ¡son seres vivientes con mucho amor para regalar!

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