El hábito científicamente probado para la felicidad de los niños
La felicidad infantil es sencilla: un hábito cotidiano revela el camino hacia la alegría genuina
[mashshare icons=»1″]
Si alguna vez te has preguntado qué puede hacer verdaderamente feliz a tu hijo, no estás sola en esta reflexión. Es una pregunta que todos los padres y todas las madres se hacen de vez en cuando. En esta era de agendas saturadas y donde el tiempo vuela, es necesario recordar que los niños no necesitan grandes cosas materiales ni una agenda repleta de actividades para experimentar la felicidad.
La ciencia ha demostrado que existe un hábito en particular que contribuye significativamente a la felicidad de los niños. Para que sepas exactamente qué debes tener en cuenta en tu hogar, vamos a explicarte cuál es para que lo incorpores en la vida de tu hijo y fomentar así su bienestar emocional.
El tiempo de calidad en los niños
La sociedad actual a menudo nos exige como padres estar ocupados con el trabajo y otras responsabilidades, lo que limita la cantidad de tiempo que podemos pasar con nuestros hijos. Los horarios incompatibles con la crianza y las vacaciones limitadas hacen que los niños estén más centrados en sus rutinas diarias que en el tiempo libre con sus padres.
En algunos casos, los niños llegan a ver más a sus profesores que a sus propios padres. Este panorama plantea una pregunta esencial: ¿cómo afecta esto a la felicidad de nuestros hijos? En realidad, los padres y las madres querrían pasar más tiempo de ocio con sus hijos. Esto subraya la importancia que los padres atribuyen al tiempo de calidad con sus hijos y su deseo de establecer conexiones significativas.
El hábito que cultiva la felicidad en los niños
Muchas investigaciones han llegado a una conclusión clara y contundente: el hábito que hace a los niños más felices es pasar tiempo de calidad con sus padres. Este hallazgo se ha respaldado con investigaciones y estudios que demuestran la importancia de la conexión emocional en el bienestar infantil.
Un estudio que destaca especialmente es el «Harvard Study of Adult Development», una de las investigaciones más extensas y rigurosas sobre la felicidad, que ha estado recopilando datos desde 1938. Aunque este estudio se centra en la etapa adulta, su mensaje se puede aplicar de manera directa a la infancia: la clave para una vida plena radica en nuestra conexión con los demás.
Los beneficios de pasar tiempo de calidad con los hijos
Dedicar tiempo de calidad a tus hijos conlleva una serie de beneficios tanto para los pequeños como para los padres. Si aún no sabes cuáles son, te lo explicamos en las siguientes líneas.
Fortalecimiento de los vínculos familiares
El tiempo de calidad compartido en familia fomenta la comunicación y la conexión emocional. Esto no solo mejora la relación entre padres e hijos, sino que también fortalece los lazos afectivos en todo el hogar. Un ambiente enriquecido por la comunicación abierta y afectuosa crea un espacio donde los niños pueden expresarse libremente y sentirse comprendidos.
Desarrollo emocional en los niños
Los niños que experimentan la atención plena y el amor de sus padres desarrollan habilidades emocionales sólidas. Aprenden a identificar y expresar sus emociones de manera saludable, lo que les permite comprender y relacionarse mejor con los demás. Este desarrollo emocional temprano es fundamental para su bienestar futuro.
Mejora el apego
El tiempo de calidad con los hijos también tiene un impacto positivo en el apego entre padres e hijos. Los niños que disfrutan de momentos significativos con sus padres se sienten más seguros y amados. Esto crea una base sólida para la confianza y la seguridad emocional en el niño, lo que puede tener un impacto duradero en su vida.
Cómo incorporar tiempo de calidad en la vida diaria
Si bien la conciliación entre el trabajo y la vida familiar puede presentar desafíos, es posible incorporar el tiempo de calidad con tus hijos en tu rutina diaria. No te pierdas las estrategias que te presentamos a continuación. Puedes escoger la que consideres más adecuada a ti y a tu familia dependiendo de cuáles sean vuestras necesidades individuales.
Elimina las distracciones con tus hijos
Cuando estés con tu hijo, desconéctate del teléfono móvil y otras distracciones. Dedica toda tu atención a lo que tu hijo te está contando o a la actividad que están realizando juntos. Escuchar activamente y mostrar interés genuino fortalece la conexión emocional.
Atiende sus necesidades diarias
Reserva tiempo personal para atender las necesidades diarias de tu hijo, como el baño, la cena o la hora de dormir. Estos momentos ofrecen oportunidades valiosas para interactuar y conectar a un nivel más profundo.
Actividades para pasar en familia
Programa tiempo libre para participar en actividades en familia sin la interferencia de pantallas electrónicas. Estas actividades pueden incluir escapadas a la playa, excursiones, paseos por el parque o cualquier actividad que disfrutéis juntos. La clave es compartir experiencias significativas que enriquezcan vuestro vínculo.
Juega con tus hijos de verdad
Cuando juegues con tu hijo, hazlo de manera auténtica. Para ello, involúcrate de lleno en el juego. Deja las distracciones o preocupaciones a un lado. Disfruta de la oportunidad para participar en su mundo y fortalecer vuestro vínculo emocional.
- Lam, C. B., McHale, S. M., & Crouter, A. C. (2012). Parent–Child Shared Time From Middle Childhood to Late Adolescence: Developmental Course and Adjustment Correlates. Society for Research in Child Development. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2012.01826.x. Recuperado el 4 de septiembre de 2023.
- Brown, G. L., McBride, B., Shin, N., & Bost, K. (2007). Parenting predictors of father-child attachment security: Interactive effects of father involvement and fathering quality. En Semantic Scholar. Recuperado de https://www.semanticscholar.org/paper/Parenting-predictors-of-father-child-attachment-of-Brown-McBride/4c60e4e1eaca4f23d83a055f9f9e0f06662be096?p2df el 4 de septiembre de 2023.
Comentarios