Mi fuerza aumenta cada día porque eres mi mayor debilidad
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Cuando los ojos de tu hijo se posan sobre ti, ven a la mujer más valiente y fuerte que existe sobre la Tierra, aunque la realidad es que no es del todo así… Toda madre tiene debilidades que pueden hacer que alguna vez se quiebre para después tener más fuerza. El dueño de esos ojos que te miran es tu mayor debilidad… esa debilidad que te aporta la mayor de las fortalezas diarias.
La debilidad que llena de fuerza
Cuando una madre mira a sus hijos con el corazón, se da cuenta de que son su debilidad pero al mismo tiempo le dan la fuerza, el valor y el coraje suficiente para luchar en la vida y conseguir las metas. Las madres se convierten en leonas que defienden a sus cachorros con uñas y dientes… harán cualquier cosa en la vida para velar por sus pequeños y verles sonreír aunque a veces para llegar a esas sonrisas tengan que secar algunas lágrimas.
Una madre solo busca la felicidad de sus hijos porque en ella reside la suya propia. Los hijos son el motor que empuja a las madres a seguir cada día con toda la fuerza que tienen a pesar del cansancio. Los hijos confían en su madre a ciegas, porque saben de algún modo, que ella nunca les defraudará, pase lo que pase.
Cuando la fuerza aún se debilita más por las circunstancias de la vida, al mirar a los hijos una madre sabe que debe ser perseverante en su lucha. Los hijos son el bastón que acompaña a una madre, son la parte más importante de su corazón. Una madre como persona, podría fallar a cualquier otra, pero a sus hijos… a ellos no les fallará jamás. Su lealtad será infinita.
La felicidad en todo su esplendor
Las personas se pasan la vida buscando la felicidad, pero esa felicidad está en los hijos. Ellos te llenan de satisfacciones y alegrías, y aunque también puedes sentir cierto sufrimiento con algunas circunstancias de la vida… la realidad es que todo lo que se considera más “negativo” es nimio en comparación con todo el amor y la felicidad que sientes gracias a ellos.
Tus hijos muestran tus vulnerabilidades, pero también muestran todas tus purezas… son esa debilidad que te hará tener la fuerza suficiente para mover una montaña si fuese necesario. Porque una mujer cuando se convierte en madre también se convierte en una súper mujer.
Una madre necesita tiempo para ella sola, para cuidarse y para estar tranquila de vez en cuando y recuperar sus energías… Pero, al mismo tiempo, tiene todo el tiempo a sus hijos en su cabeza, porque su mente y su corazón son de ellos, y estas pequeñas personas son las que la dominan completamente. Es un dominio saludable, de amor puro e incondicional… donde una madre luchará lo que sea necesario para que sus hijos desarrollen sus propias alas antes de emprender el vuelo hacia la vida.
Si eres madre lo comprenderás
Si eres madre comprenderás que solo quieres regalarle felicidad a tus hijos, porque sus miradas felices son tu coraje ante la vida. Sus sonrisas te acompañan y ellos son tus ángeles guardianes. Tus hijo te dan la alegría suficiente para saber que son el motivo por el cual tu mundo gira cada día.
Siempre extenderás tu mano para ayudar a tus hijos… porque quieres convertir a tus hijos en personas fuertes, de éxito y sobre todo, equilibradas emocionalmente. Ellos son tu debilidad, pero una debilidad de amor siempre será algo bueno para ti. El amor se contagia y todo lo llena, por lo que cuando sientes el amor por tus hijos te das cuenta de que los días pueden parecer largos, pero los años… pasan volando.
Los hijos son la forma que tiene la naturaleza de decirte que la vida puede ser realmente preciosa y maravillosa. Su amor hacia ti y el amor que sientes por ellos, es más que suficiente para darte cuenta de que la vida, merece la pena ser vivida.
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