5 formas de motivar a tus hijos en la escuela
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Es posible que tu hijo quiera sacar buenas notas pero que aunque quiera hacerlo parece que no lo demuestra o que sus acciones indican que le da igual acabar el curso con unas notas inferiores a las que realmente es capaz de sacar e incluso que suspenda. Ningún niño quiere suspender, a todos les gusta sentir la satisfacción de sacar buenas notas pero necesitan creer realmente que pueden hacerlo.
Querer es poder, a cualquier edad y ante cualquier circunstancia (mientras las capacidades lo permitan). Por eso es necesario que los niños cuenten con el apoyo de los padres para que sepan que tienen todo su cariño y que el esfuerzo siempre será recompensado. Pero, si tu hijo quiere hacerlo pero le falta motivación, ¿cómo puedes ayudarle para que la encuentre?
Cómo motivar a mi hijo en la escuela
1. Ten una buena comunicación
Es necesario que la relación con tu hijo tenga una comunicación abierta y sincera. De esta manera se sentirá motivado para contar contigo siempre que lo necesite, habrá confianza y cuando tenga problemas serás a la primera persona que recurra. Es importante que no vayas en su contra y que pese a todo, sienta que siempre estarás de su lado. De esta manera se conseguirá que los niños no tengan ansiedad o se sientan frustrados ante los fracasos y puedan tener más probabilidades de encontrar en los errores una forma de aprendizaje.
2. Ten en cuenta sus emociones
Las emociones son muy importantes para el rendimiento académico de los niños. Si un niño no está bien emocionalmente por las circunstancias que sean (problemas en el hogar, no tiene amistades, enfermedades, etc.) es más complicado que tenga un buen rendimiento académico. Por este motivo es necesario asegurarte de que tu hijo está bien y que está equilibrado emocionalmente. En caso de que haya algo que le perturba, será necesario trabajarlo cuanto antes para que pueda reequilibrar sus emociones.
3. Añade reglas
Las reglas son necesarias para que los niños sepan qué se espera de ellos en cada momento y que de este modo puedan interiorizar poco a poco sus responsabilidades. Los niños deben entender que si practicas baloncesto cada día, serás bueno jugando a este deporte. Que los adultos sólo cobran a final de mes cuando realizan su trabajo… entonces ellos deben saber que sólo serán buenos estudiantes si se implican en ello. Además, después de cumplir las reglas puede tener recompensas como que vaya algún amiguito suyo a casa el viernes a jugar después de haber hecho todos los deberes durante la semana y de haberse esforzado. Verá una buena recompensa y querrá conseguirla.
4. Establece un horario de estudio
Si tu hijo no tiene capacidad para poder organizar su estudio o sus deberes, entonces necesitará que le guíes y le orientes para que sea capaz de seguir un ritmo y además al ver tu seguimiento se sentirá más motivado a hacerlo mejor. Puedes crearle una estructura o un horario y ponérselo en la pared de su dormitorio para que pueda verlo cada día, tenerlo como referencia y que de este modo sea capaz de interiorizarlo y hacerlo por él mismo con el tiempo. En este horario podrás indicarle su tiempo de estudio cada día, los tiempos de descanso y las asignaturas que debe hacer más hincapié.
Además deberá tener un lugar de estudio y deberéis ser conscientes de que tendrá que haber un equilibrio en la vida. El tiempo de ocio y de diversión es casi igual de importante que el tiempo de estudio. Los niños necesitan ser niños ante todo.
5. Habla con el maestro
Es muy importante que sigas lo que ocurre en la escuela y conocer en todo momento cuál es el rendimiento de tu hijo. Debe sentir que estás implicado/a y que te interesa su evolución en la escuela. Si es necesario puedes comunicarte habitualmente con el maestro para saber su rendimiento y organizar algún plan de trabajo entre la escuela y casa para trabajar de forma lineal.
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