Fin de semana en la nieve con los niños en Cataluña

El invierno ofrece un sinfín de oportunidades para que los niños se diviertan: hacer muñecos en la nieve, deslizarse en trineo o ir a esquiar. De hecho, cuando llega la nieve, solo es necesario abrigarse un poco y salir. Con un poco de fantasía y ganas de divertirse, el plan aparece por sí solo. Sin embargo, si eres de los padres a los que les gusta planificar todo con antelación, te proponemos unas ideas excelentes para disfrutar de la nieve durante un fin de semana en Cataluña.

Ideas para disfrutar de la nieve en Cataluña

1. Esquiar en La Molina, en Girona

Esta estación de esquí se encuentra situada en el Pirineo Oriental, en la comarca de La Cerdanya, un lugar único que regala unas vistas que quitan el aliento sobre la región. Sin embargo, su principal reclamo son las rutas esquiables que se encuentran repartidas en 54 pistas de diferentes niveles, a la vez que incluye un gran snowpark y el super pipe más grande de los Pirineos. Por supuesto, también hay planes para quienes prefieran pasar un día más tranquilo, como emprender excursiones en máquinas pisanieves, seguir un circuito de trineo tirado por perros, dar un paseo a bordo de telecabinas o en segway o probar las dos pistas de raquetas de nieve.

No obstante, los que prefieren apostar por las emociones intensas tampoco se sentirán defraudados. Hay batallas con láser, motos de nieve, un parque de aventura en los árboles, un circuito de conducción 4×4 y dos pistas de tubbing. Y cuando el frío atenace, podéis entrar a la sala de juegos, donde hay diferentes entretenimientos para toda la familia.

2. Visitar el Vall de Núria, en Girona

Subiendo por el Vall de Núria encontraréis la estación homónima, un auténtico centro de atracciones invernal en el que podréis pasar un fin de semana único con los niños. En esta estación hay actividades para todas las edades, desde pistas de trineo y esquí hasta juegos de equilibrios y tubbies. A los más pequeños les aguarda el Cau de la Marmota, donde podrán participar en talleres de cuentos y maquillaje, hacer muñecos de nieve, tirar con arcos y sumarse al resto de las diversiones que se planifican cada jornada.

La estación también incluye un parque lúdico en el que grandes y niños podrán divertirse en las tirolinas y el rocódromo, así como pistas de trineos y de trineo cross. Los más atrevidos podrán practicar esquí de montaña, recorrer los alrededores con raquetas de nieve o sumarse a las rutas guiadas que se organizan todos los días. También hay una escuela de esquí en la que los principiantes podrán aprender los rudimentos de este deporte, de la mano de los entrenadores profesionales.

3. Aprovechar Port del Comte, en Lérida

Se trata de una estación de esquí en la que podréis encontrar múltiples atracciones sobre la nieve a lo largo del macizo de Port del Comte, en el Prepirineo Catalán. Cuenta con alrededor de 42 kilómetros de rutas esquiables que se encuentran distribuidos en un total de 36 pistas de diferentes niveles de complejidad, aptas lo mismo para principiantes que para esquiadores expertos.

De hecho, debéis tener cuidado porque muchas de ellas se erigen zigzagueantes entre los frondosos bosques de pinos. Si tenéis fuerzas para más podéis emprender un paseo en trineo, recorrer los alrededores con raquetas de nieve o probar los rápidos descensos en los toboganes del Tubbys. También hay circuito de aventuras entre los árboles, camas elásticas, tirolinas y un snowpark. Para los más pequeños de casa se ha diseñado un jardín de nieve en el que podrán jugar bajo el cuidado del personal de la estación.