La familia se construye con el corazón
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Cuando se piensa en construir cosas se tienen en cuenta la mente y las manos. La mente da las órdenes y las manos construyen… Pero no todo se crea así, cuando se trata de construir una familia, lo que más importa para llevarlo a cabo es el amor y el corazón.
Hay muchos tipos de familias, pero las más felices, son aquellas que piensan en unos y otros como un núcleo. El bienestar conjunto está por encima de todo, y sobre todo, se prioriza el de los más pequeños del hogar. La empatía, el amor, la asertividad, el respeto, la compasión y la seguridad son pilares fundamentales para que una familia evolucione en total felicidad.
La familia
Hay mucha diversidad en cuanto a la creación de un núcleo familiar: una mamá soltera con uno o más hijos, un papá soltero con uno o más hijos, dos papás con uno o más hijos, dos mamás con uno o más hijos, una unión de poliamor con uno o más hijos, abuelos que crían a sus nietos, familias reconstituidas, etc. Todas y cada una de las familias son válidas y es necesario construir un hogar basado en el respeto y el amor. Donde los pequeños crecerán y se desarrollarán como personas.
La familia no solo es la que convive en un hogar, también está la familia extendida que es igual de importante. Nos referimos a tíos, primos, abuelos, etc.Figuras de gran peso para la vida, crianza y educación de los más pequeños de la casa.
Pero para construir una buena familia no se necesita una casa grande, ni un coche 7 plazas, ni tener más dinero que nadie. Lo que importa es lo que en ocasiones, más falta en los hogares: tiempo y amor incondicional.
Siempre que se quiere formar una familia se piensa en la capacidad económica para hacer frente a los gastos que supone tener uno o varios hijos. Pero lo que realmente importa y se necesita es una gran cantidad de amor en tu corazón y buscar tiempo para prestar toda tu atención a tus hijos.
Capacidad económica puedes tener ahora mismo, pero no sabes si el día de mañana tendrás problemas financieros. Lo que importa es cómo te enfrentarás a esa situación y si realmente tienes la resiliencia suficiente para enseñársela a tus hijos, siempre desde el amor y una actitud positiva y realista en la circunstancias que estás viviendo.
Familia funcional vs familia disfuncional
Una familia no es solo convivir con personas con las que te unen lazos sanguíneos (o no, en caso de hijos adoptados). Es mucho más. Es pensar en el desarrollo de los niños, en priorizar su bienestar hoy para que el día de mañana sea una persona equilibrada emocionalmente. Pero no siempre resulta tan fácil, sobre todo cuando los propios padres tienen desajustes emocionales o grandes carencias afectivas que no han tratado.
Cuando hablamos de familia funcional estamos hablando de aquella familia que garantiza el buen desarrollo de sus miembros en todos los sentidos, sobre todo a nivel emocional y psicológico. En el caso de las familias disfuncionales, estamos haciendo referencia a que el comportamiento diario de los padres afecta negativamente al desarrollo integral de los más pequeños e incluso al bienestar emocional de otros miembros de la familia.
Por eso es tan importante trabajar para ser una familia funcional, ese tipo de familia en la que todos los miembros importan y que se vela por el bienestar de todos y cada uno de ellos.
Podéis ser una familia feliz
Si quieres que tu familia disfrute momentos de felicidad y que los niños crezcan sabiendo que son amados, entonces debes tener en cuenta estas tres máximas:
- Compartid momentos juntos todos los días
- Hablad sobre cómo ha ido el día y fomentad una buena comunicación desde el respeto y el cariño más profundo
- Cuidad los pequeños detalles y disfrutar de los momentos diarios
La vida pasa demasiado rápido como para desperdiciarla con malos modos o con momentos conflictivos o tensos. Piensa siempre en construir vuestra familia desde el amor y el corazón y los buenos momentos vendrán solos.
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