Cuando la falta de regulación emocional es un problema

Todos los niños son diferentes y se desarrollarán de acuerdo a su propio ritmo. Si tienes niños pequeños en tu vida sabrás que hay algunas cosas que es mejor tomar con calma como la hora del desayuno o las malas noches. La autorregulación o regulación emocional a veces, también puede ser todo un reto. Todas las cosas buenas necesitan tiempo y cuando se necesita dominar un arte, se requiere paciencia por parte tuya y los de tu alrededor.

En la edad escolar, la mayoría de los niños suelen comenzar a entender las bases de la regulación emocional, pero necesitan una guía para entenderlo mejor. Esto no quiere decir que hagan las cosas bien todo el tiempo -no lo harán-. Lo que significa es que alrededor de los 5 años, la mayoría de los niños son bastante capaces de regular sus emociones la mayoría de veces.

A esta edad -a los 5 años-, los niños pueden esperar bastante rato algo que quieren, son capaces de esperar el turno, centrarse en lo que se dice de ellos y son menos propensos a tener rabietas cuando las cosas no salen como ellos quieren.

Las dificultades de la regulación emocional

A veces, las dificultades con la autorregulación no solo es una cuestión de falta de madurez emocional. En ocasiones, puede ser una señal de que podría haber un problema subyacente. Algunos de los problemas en la falta de regulación emocional continua es el TDAH -tienen dificultad para enfocar la frustración al no poder completar ciertas tareas-, ansiedad -rabietas agresivas que pueden ser accionadas por la ansiedad al ser respuesta de lucha o huida del estrés-, dificultades de aprendizaje -de nuevo, impulsado por la frustración-.

En ocasiones, que un niño esté luchando con su autorregulación no significa necesariamente que haya un problema subyacente. Es algo a tener en cuenta para trabajar la regulación emocional y que el niño o la niña encuentre técnicas para poder sentirse mejor. Es necesario recordar que todos los niños se desarrollan a un ritmo diferente y todos tendrán problemas de autorregulación hasta que sean capaces de fortalecer estas habilidades -siempre con la guía y el ejemplo del adulto-.

Sin embargo, no importa la edad o etapa de desarrollo en la que se encuentre un niño o niña, las oportunidad para fortalecer la capacidad de autorregulación es algo que todos los niños y adolescentes deben aprender porque se beneficiarán de ello para el resto de sus vidas.

Cómo se desarrolla la regulación emocional

La regulación emocional o autorregulación se desarrolla de forma gradual. Un niño necesita un equipo de apoyo -los padres- que tengan paciencia, que sean un buen ejemplo, que sean su entrenador y que además, les respondan de forma que les haga sentir seguros a la hora de explorar y experimentar sus propias respuestas y sentimientos.

La parte del cerebro que está involucrada en la regulación de las grandes emociones y que tiene en cuenta las consecuencias de las acciones es la corteza prefrontal. Esta parte del cerebro no se desarrolla completamente hasta que los niños se convierten en adultos y pasan los 20 años. Hasta entonces, el cerebro está muy receptivo a las experiencias que le fortalezcan de forma que un niño se pueda convertir en un adulto sano y fuerte.

Se pueden apreciar las señales de regulación emocional incluso en los bebés, cuando por ejemplo se chupan el dedo o se calman con el chupete. Cuando un niño tiene unos dos años, será capaz de esperar un poco cuando quiera algo o de escuchar mientras se le habla. A medida que los niños crecen y experimentan con la autorregulación, podrán ser más capaces de ensanchar la brecha entre las emociones y sus respuestas.