Cómo estropear la relación con tu hijo adolescente en 7 pasos

La adolescencia es una etapa de cambios y desafíos tanto para los hijos como para los padres. A veces, como padres, no nos damos cuenta pero podemos cometer errores que dañan la relación con nuestros hijos adolescentes.

Así puedes estropear la relación con tu hijo adolescente

Queremos explicarte los 7 pasos que harán que la relación con tu hijo adolescente se estropee del todo. Si no quieres que esto ocurra, simplemente, tenlos en cuenta para no caer en ellos.

1. Ignora sus sentimientos y opiniones

Uno de los errores más comunes es ignorar los sentimientos y opiniones de tu hijo adolescente. Puede que sientas que tienes más experiencia y sabiduría, pero eso no significa que sus pensamientos y emociones no sean válidos. Ignorar lo que sienten puede hacer que se sientan incomprendidos y desvalorizados.

Por este motivo, para no caer en este error es fundamental que escuches de forma activa a tu hijo adolescente. Pregúntale sobre sus pensamientos y sentimientos, y lo más importante: valida sus emociones. Es necesario que le muestres empatía y comprensión para que vuestro vínculo se vea fortalecido.

2. Impón tus expectativas y decide por ellos

Otro error frecuente es imponer tus expectativas y tomar decisiones por tus hijos adolescentes. Si bien es importante guiarlos, también es crucial permitirles tomar decisiones y aprender de sus propios errores. Imponer tus deseos puede generar resentimiento y rebeldía… además de que vuestra relación se vea totalmente afectada.

En este sentido, ofrece orientación en lugar de imposición. Ayúdale a explorar opciones y tomar decisiones informadas. Esto les dará un sentido de responsabilidad y autonomía.

3. No hables con él ni le apoyes

La falta de comunicación y apoyo puede alejar a tu hijo adolescente. Si no estás disponible para hablar o no muestras interés en sus actividades e inquietudes, puede sentir que no te importa lo que le sucede, algo que hará que la relación se rompa del todo.

Es indispensable que mantengas siempre las líneas de comunicación y confianza abiertas. Para ello, hazle preguntas sobre cómo le ha ido el día y muestra un interés real en las cosas que le gustan. Necesita que seas su apoyo emocional y que le escuches siempre que necesite hablar contigo. Es necesario que estés presente en su vida aunque tu hijo a veces no demuestre que eso le importa.

4. Critícale y júzgale constantemente

La crítica constante puede ser un veneno para la relación con tu hijo adolescente. Aunque puede que tengas buenas intenciones, criticar su apariencia, elecciones o comportamiento puede minar su autoestima y confianza. En lugar de criticar, ofrece elogios constructivos. Reconoce sus esfuerzos y logros, incluso si son pequeños. Fomentar la positividad refuerza su autoestima y la confianza contigo.

5. No respetes su privacidad

La privacidad es importante para los adolescentes, y no respetarla puede causar tensiones en la relación. Revisar sus mensajes, invadir su espacio personal y cuestionar constantemente sus actividades pueden llevar a la pérdida de confianza.

Recuerda que es fundamental que respetes su privacidad. Establece límites claros sobre lo que está permitido y lo que no lo está, pero también demuéstrales que confías en ellos. El respeto a su espacio es fundamental.

6. Compárale con otras personas

Comparar a tu hijo adolescente constantemente con otros puede minar su autoestima y crear resentimiento. Cada adolescente es único y se desarrolla a su propio ritmo y esto debes respetarlo, disfruta de su propia idiosincrasia. En lugar de comparar, fíjate en las cosas buenas que hace o dice. Fomenta una atmósfera en la que se sienta valorado por ser él mismo o ella misma, no por cumplir expectativas externas.

7. No le muestres afecto y apoyo emocional

La falta de afecto y apoyo emocional puede distanciarte de tu hijo adolescente. Aunque pueda parecer independiente, aún necesita sentir tu amor y apoyo. Muestra tu afecto de manera regular. Abraza, elogia y demuestra tu amor. Hazle saber que estás allí para él en momentos de alegría y dificultad… aunque no muestre su gratitud por ello, realmente lo necesita.