El estrés es tóxico para adultos y niños
La vida es mejor sin estrés
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La palabra ‘estrés’ tiene algo que ver con la palabra ‘sufrimiento’ y es que no es para menos, cuando estamos estresados, estamos sufriendo, adultos y niños. Cuando la vida que llevamos no es la vida que queremos tener acabamos estando estresados, ansiosos, preocupados e incluso, también tristes. Todos estos sentimientos son muy complicados para las personas ya que todos nosotros hacemos lo que podemos para sentirnos bien y alejarnos de estos sentimientos tan perturbadores.
Los sentimientos negativos derivados del estrés son incómodos y nos hacen sentir mal. De hecho, las personas cuando estamos estresadas solemos tener comportamientos comunes que merece la pena saber para reconocer y que de éste modo, si sientes que en algún momento estás más estresado de la cuenta pero crees que no es para tanto, fíjate en las siguientes situaciones:
- Comes mucho o no comes nada
- No duermes bien
- Estás todo el tiempo con las tecnologías en la mano
- Tienes dolor de espalda, de cabeza, de cuello o de otras partes del cuerpo
- Estás constantemente irritado, enfadado o frustrado
- Tienes dificultades de memoria por lo que te cuesta recordar cosas e incluso concentrarte
Si te suenan algunas de estas señales o te resultan familiares porque te ocurren, es probable que tu cuerpo esté respondiendo ante una amenazada percibida -el estrés- y quiera huir, luchar o que te quedes quieto. Tu cuerpo libera una gran cantidad de hormonas de estrés cuando está en estado de alerta. Tu corazón late más rápido, tus músculos se tensan, aumenta la presión arterial y la respiración se acelera… tu cuerpo se prepara para escapar ante las amenazas que considera reales pero que únicamente son cosas modernas que te causan estrés. ¿Te imaginas todo esto en un pequeño cuerpo de niño?
Ser padre/madre es estresante
Si nunca antes has conocido el estrés, es probable que lo conozcas cuando seas padre o madre. Es como entrar en una nueva dimensión donde el tiempo es un bien escaso, donde tus necesidades quedan relegadas a un segundo plano. El estrés como dijo John O’Donoghue -poeta ya fallecido-, es una relación perversa con el tiempo. En lugar de que las personas seamos dueñas del tiempo, se convierte en objetivo y la víctima hace que el tiempo se convierta en rutina. Al final del día, no se habrá tenido un momento verdadero para uno mismo.
Esto se entiende mucho mejor cuando en una familia los padres trabajan a tiempo completo. Es cierto que económicamente es mejor, pero en términos de tiempo, es complicado equilibrar todas las obligaciones profesionales con ser un padre presente. Casi no hay tiempo para la vida, para uno mismo, para disfrutar. Además el comportamiento de los niños también puede ser estresante.
El estrés perturba a los niños
Cuando sentimos mucho estrés luchamos contra fuerzas invisibles. Cuando un padre está estresado no podrán ser buenos padres porque dejarán de lado la comunicación con sus hijos. Un padre estresado está físicamente cerca pero emocionalmente muy lejos. A pesar de las intenciones, transferirás tu estrés emocional a tus hijos y ellos desarrollarán una respuesta inmediata a su entorno: sus cuerpos y sus mentes se modelan dependiendo de su entorno social (por ejemplo, un niño que crece en un hogar estresado puede ser más propenso a tener asma). El estrés es tóxico y perjudicial para la salud de los niños.
Es muy importante aprender a manejar el estrés en positivo para que los niños puedan desarrollarse saludablemente y que de éste modo, puedan aprender buenas estrategias de afrontamiento en la vida. Trabajar por un hogar calmado y enseñar -y practicar- estrategias del manejo del estrés es esencial para poder disfrutar de una buena vida.
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