Estrategias para enseñar a un niño a defenderse sin violencia
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El acoso escolar se está convirtiendo en un problema cada vez más alarmante. Solo en España se estima que uno de cada diez estudiantes ha sido víctima del bullying y que el 70% de los menores de 17 años han estado involucrados en un episodio de este tipo en algún momento. Si bien los más vulnerables suelen ser los niños con una personalidad introvertida y con pocos amigos, en realidad todos están en riesgo de convertirse en víctimas del bullying. Por eso es importante que los padres les enseñen a sus hijos estrategias para defenderse de un acosador.
Estas herramientas no solo les ayudarán a no caer en la trampa de los acosadores sino que también les convertirá en personas más seguras de sí mismas. Sin embargo, no debemos confundir defensa con violencia. Al enseñar a un niño a defenderse recurriendo a la violencia le estaremos inculcando que ese es el camino correcto para solucionar los problemas, estaremos formando a un niño violento. En cambio, al enseñarle herramientas asertivas de resolución de problemas y algunas habilidades sociales le ayudamos a lidiar con los acosadores, pero también le preparamos para su vida futura.
5 herramientas para que un niño aprenda a defenderse sin recurrir a la violencia
1. Enséñale a responder a las agresiones con un lenguaje directo
Una estrategia muy efectiva para neutralizar las amenazas de un acosador consiste en hablarle utilizando un lenguaje simple, directo y neutro desde el punto de vista emocional. De esta manera, el niño transmite la idea de que no tiene la intención de convertirse en su víctima. Sin embargo, a los pequeños les resulta muy complicado ya que les cuesta gestionar sus emociones y dar la impresión de que están tranquilos cuando en realidad se sienten asustados. Por eso, un ejercicio excelente consiste en practicar el juego de roles en casa. Puedes asumir el papel de acosador y pedirle a tu hijo que entrene sus respuestas contigo.
2. Ayúdalo a desarrollar el lenguaje no verbal
Enseñar al niño a desarrollar la comunicación no verbal no solo le ayudará a reforzar su discurso frente a los acosadores sino que también le permitirá fortalecer sus relaciones interpersonales. Algunas estrategias sencillas que pueden ser útiles en este tipo de circunstancia es aprender a mantener el contacto visual, regular el tono de su voz, mantener una distancia prudencial del acosador y usar su nombre al hablarle. En cambio, debe evitar retroceder mientras interactúa con el agresor, mirar hacia otro lado o levantar demasiado la voz ya que estas señales transmiten miedo.
3. Muéstrale cómo evadir los insultos
Todo acto de bullying comienza con un insulto. Este suele ser el anzuelo perfecto de los acosadores para provocar y agredir a los niños más débiles y suele ser una estrategia muy eficaz. Sin embargo, si el niño en vez de reaccionar con miedo o llorando, evade las ofensas, estará boicoteando el plan del acosador. Una alternativa sencilla para contrarrestar las intenciones de un agresor consiste en enseñarle a tu hijo a evadir las ofensas. Algunas estrategias útiles pueden ser: responderle como si la ofensa no tuviera la menor importancia, ignorar los comentarios del agresor, responderle con un elogio o marcharse con la frente erguida como si no le interesase lo que le está diciendo.
4. Motívalo a hacer nuevos amigos
Contar con un grupo de apoyo es una herramienta muy efectiva para mantenerse a salvo de los agresores. Sin embargo, hay niños a los que les cuesta hacer amigos con facilidad porque son reservados y tímidos. En estos casos, es conveniente animar al pequeño a participar en eventos con otros niños, así como a involucrarse más en las actividades con sus compañeros del colegio. Matricularlo en cursos extraescolares afines con sus gustos e intereses también es una forma de aumentar su círculo de amigos y ayudarle a que sea más abierto con quienes le rodean.
5. Bríndale estrategias de autocontrol
Una estrategia muy común entre los acosadores consiste en hacer que su víctima llore, se enoje o pierda el control. Sin embargo, si el niño cede y se muestra vulnerable traspasará el punto de no retorno ya que a partir de ese momento no dejarán de molestarle. En cambio, si no reacciona a las ofensas y agresiones es probable que el agresor pierda el interés. En este caso las estrategias de autocontrol pueden ser muy efectivas, como respirar profundamente mientras se aleja de su acosador o contar hasta 10 para sí.
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