Escucha y comprende a tu hijo para que respete tus órdenes
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No es fácil conseguir que tus hijos te escuchen y a veces, es misión imposible que hagan caso a tus órdenes. No te preocupes, todos los padres y las madres pasan por eso en algún momento de la crianza. Los hijos, tienen otras prioridades en su vida (como jugar o explorar el entorno) y es por eso, que a veces puede parecer que no te escuchan.
Pero no es que no te escuchen, es que tienes que hacerlo bien. Quizá les prestas atención, te pones a su nivel para hablarles (te agachas y les miras a los ojos), les hablas con cariño… Y siguen sin prestarte atención, ¿entonces qué debes hacer? Muchos padres pierden la calma y es cuando gritan y pierden los estribos pensando que de esa manera sus hijos aprenderán a escucharle, pero no siempre es así… ni mucho menos.
A continuación vamos a darte algunos consejos para que tus hijos respeten tus órdenes, te respeten a ti y sepan que cuando dices algo deben escucharte. Pero recuerda antes de nada, que si quieres que te respeten, ¡debes respetarles tú primero!
Mantén la calma
Cuando nos enfadamos, los niños se sienten inseguros y asustados, en el momento que esto ocurra te plantará cara o huirá de la situación. En su esfuerzo por defenderse o protegerse, no te escuchará en absoluto porque te sentirá como una amenazada. No escuchará tu mensaje porque no quiere saber nada de alguien que le trata mal, ¡es así de simple!
Si, por ejemplo, quieres que tus hijos suban al coche, no lo repitas mil veces, esto solo hará que te enfades más. Respira hondo y ayuda a tus hijos a encontrar su zapato o preparar la maleta, por ejemplo. Una vez que esté en el coche, pídele que piense en maneras para que la próxima vez se pueda salir de casa a tiempo.
Que no falten las rutinas
Cuando las cosas se esperan son más fáciles de hacer. La mayor parte de la comunicación de los padres con los niños consiste en regañar. No es de extrañar que los niños no escuchen. Cuantas más rutinas tengan menos tendrás que hacer de sargento.
¿Qué tipo de rutinas? Hábitos, como lo que hacen los niños antes de salir de casa; cepillarse los dientes, usar el baño, preparar la mochila, ponerse los zapatos, etc. Si tienes hijos pequeños una buena idea es hacerles fotos realizando estas cosas y colocarlas en un póster pequeño para que sepan qué y cuándo. De esta manera podrás hacerle preguntas del tipo: “¿Qué tienes que hacer justo antes de salir de casa? Veamos tu horario”.
Escucha a tu hijo
Si estás mirando la pantalla de tu móvil mientras tu hijo te está contando algo importante para él, ¿qué esperas que haga contigo cuando le quieras hablar en un futuro? Estarás modelando una forma inadecuada de comunicación con la familia. Si realmente quieres que tu hijo te escuche en el futuro, es ahora cuando tú tienes que parar lo que estás haciendo y escucharle atentamente. Solo son unos minutos al día y, ¡realmente merece la pena!
Comienza haciendo esto cuando tu hijo sea pequeño y sigue haciéndolo cuando tu hijo sea adolescente. Te aseguramos que con el paso del tiempo agradecerás haberlo hecho.
Comprende lo que quiere decirte para que comprenda lo que quieres decir tú
La mayoría de las veces, cuando los niños no «escuchan», simplemente no te han sintonizado. Pero si tu hijo parece incapaz de procesar tus instrucciones repetidamente, puede tener un trastorno del procesamiento auditivo. En este caso, deberás llevar a tu hijo al pediatra para que le haga las pruebas necesarias.
Reduce tus instrucciones a lo que no es negociable
Si trabajaras para alguien que constantemente te fastidia con las órdenes, ¿te gustaría cooperar? No quieres que cada interacción con tu hijo sean solo órdenes. Así que maximiza las interacciones con cariño y afecto y minimiza las órdenes únicamente a lo necesario.
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