Escapadas económicas con niños en septiembre

Con la vuelva al cole y la reincorporación de los padres al trabajo, muchas familias dejan sepultados en el verano los planes divertidos. Sin embargo, podéis aprovechar los fines de semana de septiembre para planificar una escapada divertida y económica en familia. De hecho, se trata de una excelente alternativa para evitar el estrés postvacacional y lograr que los niños asuman más animados cada lunes de colegio.

7 planes para una escapada con niños en septiembre

1. Dinópolis, en Teruel

A veces no se necesitan grandes planes para pasar un día divertido en familia. En Dinópolis, rodeados de enormes dinosaurios, los niños estarán de enhorabuena. Se trata de un parque cultural, científico y de ocio ubicado en la provincia de Teruel, dedicado por completo a los dinosaurios. Los pequeños podrán descubrir el fascinante mundo de estos animales y conocer cómo era la vida hace millones de años.

Los más atrevidos podrán subirse a uno de los vehículos especiales que les llevará hasta el centro del Big Bang para que revivan la formación de los planetas y las primeras formas de vida. También podrán recorrer en barca los últimos 65 millones de años en la atracción “El último minuto”. Además, hay espectáculos, emociones en 4D y una sala de juegos, SaurioPark, para los más pequeñitos.

2. Micrópolix, en Madrid

Otro plan estupendo para planificar una escapada de fin de semana consiste en visitar Micrópolix, una ciudad en miniatura donde los peques tendrán la posibilidad de convertirse en pilotos, periodistas, policías y hasta actores de televisión. En este parque los niños podrán desempeñar diferentes roles: ser los presentadores de un programa de televisión en Micro TV, conducir sus propios coches en Red Vial o convertirse en héroes en la Torre de Bomberos.

También pueden jugar a ser los protagonistas de sus obras de teatro preferidas, transformarse en músicos con su propia banda o ser los ingenieros que investigan sobre la energía. Para los más pequeños hay marionetas, puzles, cuentacuentos, guiñol y mucho más en la Ludoteca.

3. Cataluña en miniatura, en Barcelona

Se trata de un parque temático que atesora distintas maquetas a pequeña escala de los principales monumentos de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Los peques se sentirán como verdaderos gigantes recorriendo toda la ciudad y disfrutando de más de 150 maquetas, entre las que sobresalen: la catedral de Lérida, las montañas de Monserrat, el museo Dalí de Figueras, la Sagrada Familia y el estadio de fútbol del Barcelona.

Además, hay estaciones de trenes, parque de bomberos, comisaría, universidad, museos, fábricas y mucho más. También podrán disfrutar del Bosque Animado, un bosque de aventuras para grandes y niños donde podrán perderse entre los árboles, escalar pinos, caminar sobre puentes colgantes o aventurarse en una tirolina por los aires. Para los más pequeños hay un parque infantil donde podrán jugar con más tranquilidad.

4. Parque temático Oasys, en Almería

Si queréis vivir una verdadera aventura en el lejano Oeste, este será un plan estupendo. En el Parque Oasys los peques podrán adentrarse en un poblado ambientado en los años ’60 donde hay tabernas, bancos, coches y mucho más. Podrán visitar el Museo del Cine para ver el primer proyector con sonido y los inventos del precine, anteriores a las imágenes en movimiento.

Asimismo, podrán visitar el Museo de los Carros para apreciar los coches más emblemáticos que hicieron famosos a grandes personalidades del cine durante las filmaciones en este parque. También podrán disfrutar del Show del Oeste, un espectáculo en el que actores profesionales representarán la vida del viejo Oeste. Y para los que tengan ganas de más, hay una zona acuática con piscinas y toboganes.

5. Parque temático del Mudéjar, en Valladolid

En este parque los niños podrán encontrar pequeñas réplicas exactas de diferentes íconos de Castilla y León a lo largo de su historia: el Castillo de Coca, Nuestra Señora de la Asunción, la Piedra de Cantalapiedra, San Boal, La piedra de Medina, la Estación de Olmedo y la Fuente de Caño Nuevo. Se trata de construcciones en miniatura pero con tantos detalles que no pierden ni un ápice de su majestuosidad. Cuando termine el recorrido con la historia, los peques tendrán una cita con los juegos de agua y las zonas lúdicas.

6. Castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba

Visitar este castillo en familia es una experiencia que los pequeños apasionados de la historia no olvidarán. Se trata de uno de los castillos de origen árabe mejor conservados de Córdoba, con su imponente muralla y unas torres impresionantes, desde donde se pueden apreciar unas vistas preciosas de los alrededores. Una vez dentro, los niños podrán visitar el Vestidor del Rey, descubrir las mazmorras donde dormían los prisioneros y ver de cerca algunas de las armas que usaban los soldados del Medioevo.

También se organizan visitas teatralizadas, guiadas por el Mayordomo del Rey, en las que los niños podrán descubrir cómo era la vida en la Corte hace varios siglos. Y si os ponéis de suerte, hasta podréis disfrutar de auténticos almuerzos medievales o las noches de cuentacuentos que se organizan ocasionalmente tras las murallas de la fortaleza.

7. Jardín del Turia, en Valencia

Se trata del jardín urbano más grande de España y uno de los espacios más visitados de la ciudad. Para comenzar el recorrido podéis visitar con los peques el Palacio de la Música, una magnífica construcción en la que se organizan diferentes actividades para toda la familia. También podéis llegar hasta el Puente de la Exposición y el Puente de las Flores o disfrutar de los diversos circuitos para ir en bici, así como de los campos de fútbol y la pista de patinaje para niños.

No obstante, lo más probable es que los pequeños de casa se decanten por el Parque Gulliver, un espacio inspirado en la novela de Jonathan Swift donde está representada la figura del gigante que los liliputienses ataron mientras dormía. La figura gigante de 70 metros está dotada de una serie de escaleras, toboganes y columpios, de manera que los peques podrán recorrer cada centímetro del gigante y sentirse como los liliputienses.