¿Es posible la depresión en los niños pequeños?

Los niños pequeños suelen buscar siempre la felicidad, la risa y la mirada cómplice de quienes le rodean. Pero la depresión es una enfermedad real que afecta a muchas personas y desgraciadamente, también puede afectar en los niños pequeños. Los pequeños de la casa también pueden tener depresión, es difícil de diagnosticar pero es más común de lo que te puedas imaginar ahora mismo. Si  crees que tu hijo pequeño puede tener depresión, ¿qué es lo que debes saber?

Qué es la depresión en los niños

La depresión es una enfermedad que hace que la persona que la padece tenga sentimientos frecuentes de desánimo, desesperanza, apatía e incluso desesperación. Hasta no hace mucho se asociaba este trastorno sólo a los adultos, pero ahora también es aceptado y diagnosticado a niños pequeños ya que esto puede ocurrir a cualquier edad.

Si tu hijo tiene depresión es posible que te cuestiones qué es lo que has hecho mal como padre o madre para que tu pequeño llegue a esta situación, pero es sumamente importante que no te culpes por ello puesto que hay varios factores que juegan un papel importante en la depresión de los niños pequeños. 

La tristeza no es depresión

Todos los niños pueden sentirse enfadados a veces, también triste y con rabia, a ellos les cuesta manejar sus emociones y pueden dejarse arrastrar fácilmente por los sentimientos negativos. A un niño pequeño le cuesta mucho hacerse entender, esto puede hacer que se sienta frustrado e incluso que tenga rabietas. Pero si tu hijo siempre está triste, no suele jugar con otros niños, siempre se enfada o tiene mucho malestar emocional todo el tiempo, es posible que te preguntes si es tristeza o depresión.

Lo más probable es que no sea depresión, pero es necesario que entiendas qué es la depresión en los niños y si realmente piensas que tu hijo pueda padecerla, la mejor opción siempre es acudir a un profesional de la psicología para que pueda ayudar a tu pequeño a manejar esas emociones internas que tanto le causan malestar. Pero recuerda que la tristeza es una emoción natural de los seres humanos y que no se debe limitar ni tampoco ocultar, si tu hijo se siente triste acompáñale en este estado, permite que exprese sus emociones y buscad la mejor manera para que se encuentre bien.

Posibles causas de la depresión en los niños

Los padres deprimidos son el factor más importante que puede hacer que los niños también  tengan depresión. Los padres con depresión pueden tener menos conciencia de las necesidades emocionales de los hijos y por tanto, pueden hacer que el pequeño se sienta poco comprendido, poco apoyado e incluso abandonado emocionalmente… esto puede hacer que existan conflictos en el hogar entre padres e hijos, sobre todo a medida que los pequeños empiezan a crecer.

Otro factor que puede influir también pueden ser los genéticos. La genética también puede ser causante de que un niño pueda tener depresión crónica, pero factores sociales, químicos y psicológicos también pueden estar en relación a todo esto. En ocasiones eventos estresante para los niños como el divorcio de sus padres, la pérdida de un familiar o un amigo cercano, una mudanza lejos de su primer hogar… todo esto puede contribuir a sentimientos de profunda tristeza que desemboquen en una depresión.

¿Y si mi hijo tiene depresión?

Si crees que tu hijo tiene depresión, como te he comentado más arriba resulta primordial que busques ayuda profesional. Pero es necesario que estés atento a cualquier señal de que tu pequeño puede estar deprimido o si por el contrario sólo es una tristeza normal para la edad por factores esporádicos. Recuerda que las rabietas y la irritabilidad es algo normal en los niños pequeños, pero si tu hijo tiene una actitud de desánimo ante la vida o es demasiado autocrítico con él mismo, entonces no dudes en empezar a buscar ayuda. Lo primero será acudir al pediatra que te derivará a un psicólogo que evaluará a tu pequeño.