5 errores de mamá primeriza: ¡todas, los cometemos!

Por mucho que nos gustaría, las mamás no venimos programadas para saber cómo cuidar y tratar al bebé, sobre todo, cuando es el primero. Y, claro, los bebés tampoco vienen con un manual de instrucciones, como se suele decir comúnmente. Entonces, ¿qué podemos hacer? Informarnos de los errores más frecuentes, corregir lo que creíamos que hacíamos bien y seguir criando a nuestros hijos con todo nuestro amor y devoción.

Errores de mamá primeriza: ¿qué NO debes hacer?

Seguro que, en tu día a día, te has encontrado con muchas personas que te dicen qué estás haciendo mal con tu bebé, que te quieren aconsejar o que creen que conocen las respuestas a todas las preguntas que se nos pasan por la cabeza a las mamás. Nuestro consejo es que escuches, pero nunca acabes haciendo algo solo porque alguien te lo aconseja o recomienda: debes ver si el consejo es lógico y, en caso de duda, siempre debes consultar con el pediatra de tu hijo.

1. ¡Hacer caso a todo el mundo!

No puedes hacer caso de lo que te dice todo el mundo porque… ¡Todo el mundo no sabe! Tu bebé es único, necesita su ritmo y una familia que dirija su vida, que le dé estabilidad. No lo dudes: las conclusiones a las que puedes llegar como madre, ya sea soltera o con pareja, son más importantes que lo que nadie pueda decirte. Y, en caso de duda, será tu pediatra el que podrá recomendarte lo mejor.

2. Dejarle dormir siempre del mismo lado

Debemos ir con mucho cuidado en este punto: muchos bebés suelen tener preferencia por un lado a la hora de dormir. Por mucho que los giremos, nos daremos cuenta de que siempre se acaban dando la vuelta. Esto es un peligro, ya que puede provocar plagiocefalia: una deformación en la forma del cráneo del bebé, que aunque no suele afectar de manera grave la salud del bebé, en casos muy graves podría asociarse a otras patologías que afecten indirectamente el desarrollo del cerebro.

¿Cómo evitar la plagiocefalia? Cuando tu bebé esté acostado, comprueba el lado sobre el que se tumba y cámbialo cada cierto tiempo. Lo importante es que no pase muchas horas en la misma posición.

3. ¡Silencio total! El bebé necesita dormir

Es frecuente escuchar a las madres pedir a sus invitados o al resto de la familia que guarden silencio cuando el pequeño de la familia está durmiendo sus horas diurnas. No es necesario. De hecho, el bebé debe irse acostumbrando a los ruidos de la familia y a la presencia de la gente. Además, este pequeño ruido le permitirá diferenciar más fácilmente el día de la noche e irá reduciendo sus horas de sueño diurno.

Otro aspecto a tener en cuenta cuando hablamos del sueño del bebé es que tampoco es necesario mantenerle despierto durante el día a toda costa pensando que, de este modo, conciliará mejor el sueño por la noche y dormirá mejor. Entonces, ¿cuándo debemos dejar dormir al bebé? Siempre que lo veamos cansado.

4. Esterilizar todos los utensilios del bebé

Los utensilios del bebé deben esterilizarse durante unos meses, ya que es propenso a las infecciones. Su sistema inmune no está desarrollado, por lo que es mucho más susceptible a las bacterias. Sin embargo, esta necesidad va desapareciendo con los meses. Por ello, es importante consultar con el pediatra sobre la necesidad de seguir esterilizando sus objetos.

5. Querer poder con todo

Nosotras podemos con todo. No necesitamos ayuda. Queremos hacerlo todo. Este es uno de los mayores errores que cometemos como mamás primerizas: necesitamos ayuda porque necesitamos descansar y recuperarnos del parto. Además, pasados unos meses, la mayoría debemos volver a trabajar y necesitaremos ayuda para poder con todo. Entonces, ¿por qué no empezar ya desde el principio? A nuestro bebé no le va a suceder nada malo si alguien cuida de él en momentos puntuales.

¿Qué SÍ debemos hacer como mamás primerizas?

Vistos los errores que podemos cometer con nuestro primer hijo, es importante saber qué es lo que sí debemos hacer: usar nuestra intuición.

Siempre os hemos dicho que el pediatra es la persona que mejor os puede aconsejar sobre el cuidado de los hijos. Sin embargo, ellos también pueden tener puntos de vista que chocan con los nuestros. Por ejemplo, es fácil ver muchos pediatras como aconsejan dejar al bebé llorar hasta que se acostumbre a dormir solo: método Estivill o Ferber. Aquí sí os decimos que esto es algo que depende, exclusivamente, de vosotras. Si creéis que vuestro hijo estará mejor durmiendo con vosotras y os encanta, ¿por qué no disfrutar de estos momentos?

¿Qué más sí debemos hacer? Establecer rutinas y normas en casa desde el primer día que el bebé llegue a casa. ¿Por qué? Pues, porque, tarde o temprano, el bebé necesitará estas normas y rutinas para sentirse seguro y tener una estabilidad. Si no tenéis algunas de ellas ya establecidas, luego puede ser complicado hacer el cambio.

Por último, cuidarnos. Cuidarnos mucho. Todas queremos ser grandes madres, estar pendientes de la familia y velar por sus necesidades y bienestar. Pero, esto es algo que solo vamos a poder hacer si nosotras mismas estamos bien. Entonces, es necesario que empecemos a crear nuevas rutinas, empezar algunas aficiones, etc. No es ser egoísta, ni mucho menos. No caigáis en el error de pensar de este modo. Tener unas rutinas de cuidados personales, ir al gimnasio, quedar con los amigos es vital para nuestra salud, tanto física como mental.

Ser madre es algo que puede asustar, pero la realidad está lejos de ello. Es una etapa en nuestras vidas que debemos planear y disfrutar al máximo. Nos vamos a equivocar miles de veces, pero esto no quiere decir que seamos malas madres: quiere decir que somos madres. Aprender de los errores y avanzar es lo que nos permite ser el modelo y referente de nuestros hijos, aquellas personas a las que admiran y con las que quieren compartirlo todo.