Errores comunes de los padres en la educación de los hijos

Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos y esta es la verdad más absoluta que puedo decir ahora mismo. Pero la realidad, es que en el camino de querer hacer lo mejor para ellos y sin darnos cuenta, los padres podemos cometer algunos errores en la educación de nuestros hijos. Existen errores que son comunes y que muchos padres cometen pensando que están haciendo algo bueno por sus pequeños, pero lo único que hacen es equivocarse.

Esto no está mal, los padres también necesitamos equivocarnos para darnos cuenta de lo que no marcha bien y poder buscar las soluciones más adecuadas en esta aventura que es la paternidad y la maternidad. Es posible que en algún momento sientas que hay personas que no aprueban tu forma de educar, pero los demás no tienen que mirar por tus hijos más que tú… así que no te preocupes, porque si cometes errores, lo que importa es que te des cuenta para poder buscar la mejor solución.

Crees que lo que funciona en otro niño irá bien con tu hijo

Gran error. Si piensas que una técnica de disciplina que funciona muy bien con el hijo de tu amiga funcionará seguro con el tuyo, vas por el camino equivocado. Cada niño es un mundo y tiene su propia idiosincrasia, si quieres que las estrategias educativas funcionen con tu hijo, no te fijes en los hijos de los demás y dedícate a conocer  a tu hijo y a saber qué es lo mejor para él.

Es demasiado fácil culpar a los hijos cuando fallan las técnicas de disciplina, pero es que el comportamiento es diferente en cada niño. Quizá tu hijo no sólo necesite un recordatorio verbal como el hijo de tu vecina, igual necesita una consecuencia inmediata ante un mal comportamiento (como apagarle la televisión).  Es muy importante ser firme con los hijos pero también sentimental y flexibles… lo importante es ser coherente y saber qué necesidades tiene tu hijo y cuál es su forma de aprendizaje emocional. Recuerda que las consecuencias al comportamiento deben ser proporcionales al mal comportamiento del niño.

Utilizar mal el tiempo fuera

Hay padres que usan el “tiempo fuera” o “silla para pensar” y eso está bien… pero sólo si se utiliza correctamente. Si tu hijo golpea a su hermano y le hace daño y utilizas el tiempo fuera para sacarle del contexto pero no hablas con él ni buscáis consecuencias juntos a su acto, no servirá para nada porque el niño no entenderá qué ha ocurrido, ni qué ha hecho mal, ni qué se espera de él ni tampoco sabrá que los actos tienen consecuencias.

El tiempo fuera está destinado a darle la oportunidad al niño para que se calme, ¡pero no es un castigo! Es una forma de ayudarle a que esté más calmado y tú debes estar a su lado para que se calme. Hay niños que sienten que si se les envía a “la silla de pensar” o al «tiempo fuera” es como un rechazo, algo que les enfadará y les hará sentir mal, e incluso con un sentimiento de abandono… y no le enseña al niño a comprender cómo quieres que se comporte.

En lugar de usar “el tiempo fuera” es mejor usar la alternativa “el tiempo dentro”, que significa que tú deberás estar a su lado para calmarle y consolarse y después hablar con él y explicarle lo que te gustaría que hiciera diferente. Por ejemplo, le puedes decir cosas como: “¿Qué puedes hacer en lugar de pegar a tu hermano cuando estás enfadado? ¿Qué crees que deberíamos hacer como consecuencia por haberle pegado? ¿Cómo crees que se siente?”.