Enuresis infantil: ¿Qué hacer cuando el niño se hace pis en la cama?
Consecuencias de la enuresis infantil y ejercicios sencillos para lidiar con ello
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La enuresis infantil, hacerse pis en la cama, es un problema mucho más frecuente de lo que la mayoría de las personas piensan. De hecho, solo en España existen alrededor de 500.000 niños con enuresis nocturna, un problema que es entre 1,5 y 2 veces más frecuente en los niños. Asimismo, entre el 10% y el 13% de los niños de 6 años y entre el 6% y el 8% de los niños de 10 años se hacen pis en la cama por la noche.
En realidad, la enuresis tiende a remitir a medida que el niño crece y mejora su control vesical. Por eso, a los 18 meses alrededor el 60% de los niños ya ha adquirido el control intestinal durante el sueño, casi la mitad es capaz de controlar la micción durante el día y el 10% logra mantener la cama seca durante toda la noche. Sin embargo, no será hasta los 2 o 3 años que el control vesical se consolide, de manera que el niño pueda regular su micción durante toda la noche.
No obstante, a veces algunos niños tardan más en regular la micción, un problema que puede perdurar hasta la adolescencia. Las causas son diversas: se puede deber a trastornos fisiológicos como la escasa tonicidad de los músculos urinarios, una incapacidad para percatarse de los reflejos, alteraciones psicológicas o sencillamente a debido a la ingestión excesiva de líquidos durante la noche.
De una u otra forma, la enuresis infantil es un trastorno complejo que va mucho más allá de mojar las sábanas y puede provocar consecuencias negativas a largo plazo en el desarrollo del niño.
Las consecuencias para un niño de padecer enuresis
Disminuye la autoestima y la autoconfianza
El temor y la vergüenza son unas de las primeras reacciones de un niño con enuresis; sin embargo, a medida que el tiempo transcurre el problema se suele complicar, sobre todo cuando el niño no se siente apoyado por sus padres. De hecho, las estadísticas aseguran que entre el 8% y el 18% de los niños mayores de 5 años que tiene enuresis también desarrollan problemas de autoestima, inseguridad y falta de autoconfianza.
Incrementa los problemas de comportamiento
Un estudio publicado en la revista Acta Pediátrica desvela que los niños con enuresis son más propensos a sufrir estrés y a desarrollar problemas de conducta. Asimismo, suelen tener una hiperactividad más acentuada y problemas de concentración.
Afecta la calidad del sueño
Los niños que padecen enuresis tienen una mala calidad de sueño: suelen pasar más tiempo en la fase del sueño ligero y tienen una fase de sueño profundo más corta. Además, se suelen despertar frecuentemente debido a las micciones, por lo que sufren más interrupciones durante el sueño y este es menos reparador.
Dificulta la socialización infantil
A menudo los niños que tienen enuresis se aíslan y tienen problemas para socializar con sus coetáneos. De hecho, no suelen dormir en casa de sus amigos y no participan en las excursiones escolares porque temen quedarse fuera de casa y hacer el ridículo frente al resto de los niños. Se trata de un problema que suele agudizarse con el paso del tiempo y que obstaculiza su inserción social.
Aumenta el riesgo de padecer problemas intelectuales
Los niños con enuresis suelen tener un rendimiento intelectual más bajo que sus coetáneos. En realidad, no se debe al trastorno propiamente dicho sino al hecho de que tienen una capacidad de procesamiento y reacción menor, así como problemas de desatención y de memoria.
Tres ejercicios sencillos para lidiar con la enuresis infantil
- ¿A ver cuánto puedes aguantar? Se trata de un ejercicio sencillo para estimular la capacidad funcional de la vejiga y mejorar el control de la micción. Consiste en pedirle al niño que contenga un poco los deseos de ir al baño, hasta que no pueda más. Al principio será suficiente con que logre aguantar unos pocos segundos, pero luego es importante ir incrementando el tiempo de contención, para estimular la tonicidad de los músculos pélvicos. Por supuesto, sin llegar a los extremos.
- Despertarse a hacer pis durante la noche. Despertar al niño entre 3 y 4 veces en la noche para llevarlo al baño puede resultar un incómodo para ambos. Sin embargo, se trata de un ejercicio muy efectivo para habituar al pequeño a levantarse cuando sienta ganas de ir al baño en la noche. De esta manera, comenzará a concientizar sus reflejos y percibirá el deseo de ir al baño. Poco a poco, el acto de levantarse para hacer pis se convertirá en una respuesta automática.
- ¡Vamos a cortar el chorro! Es un ejercicio estupendo para fortalecer los músculos implicados en la micción. Basta que, cuando el niño esté orinando, le pidas que contenga durante pocos segundos la micción. El momento perfecto es cuando el pequeño esté terminando porque la presión de la vejiga es menor. Sin embargo, debes tener cuidado de no pedirle que corte el chorro más de dos veces porque esto le puede provocar infecciones en el conducto urinario.
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