Educación

Cómo enseñar responsabilidad a niños de 3 a 8 años

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Responsabilidad niños
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

A los niños no se les puede pedir que hagan cosas que estén fuera de su alcance evolutivo, dependiendo de la edad que tengan se les deberá exigir una serie de cosas u otras para poder enseñar responsabilidad. Pero ojo, cuando decimos ‘exigir’ no nos referimos a que los pequeños deban obedecer de forma ciega a todo lo que los adultos les piden. Ni mucho menos. La responsabilidad debe nacer del corazón de los niños y por eso, es algo que se debe comenzar a trabajar desde que son bien pequeños.

Los niños a esta edad son muy competentes en el manejo de diversas responsabilidades. Poco a poco están desarrollando un sentido íntegro para realizar las tareas domésticas y en comunidad. Es importante recordar que los niños no suelen tener mucha motivación interna para ser responsables por lo que es probable que necesiten recordatorios ocasionales para empezar a tener el hábito. En esta etapa de 3 a 8 años es importante no sobrecargar a los niños con mucha cantidad de tareas, es mejor realizar un menor número de tareas y así asegurarte que las realiza y que siente satisfacción por el trabajo bien hecho.

Cómo enseñar responsabilidad a niños de 3 a 8 años

Además de ser el mejor ejemplo para tus hijos y que tengas en cuenta actividades y tareas adecuadas para su edad, también es necesario que pienses en otros aspectos cada día para potenciar su responsabilidad y que además, salga de dentro de sus corazones poco a poco.

Enseñar que primero es lo primero

Si tu hijo/a quiere jugar antes de hacer las tareas escolares o las tareas asignadas domésticas, entonces es necesario que refuerces esta regla básica. Deberás recordarle que antes de jugar o de hacer alguna actividad de ocio se deben acabar los deberes, acabar de comer o acabar de hacer alguna tarea doméstica. Para decirle esto a tu hijo/a deberás ser amable y decirle que aunque es normal que primero quiera pasarlo bien, lo primero es lo primero y después, llegará esa recompensa que tanto espera.

Hacer que las tareas sean un juego

Los niños disfrutan más jugando y cuando sienten que lo que deben hacer es una obligación se desmotivan demasiado rápido. A todos nos gustan más las tareas cuando son divertidas, por eso haz que las tareas sean más divertidas. Si por ejemplo debe limpiar su dormitorio puedes hacer una competición para ver quién acaba antes, poner música para hacerlo bailando, etc.

Cómo inculcar responsabilidad a los niños

Sin regaños mucho mejor

Es difícil mantener la calma cuando tu hijo falla varias veces en lo que esperas que haga bien. Pero regañarle demasiado o castigarle rara vez funciona -al menos a largo plazo- y además, no le van a enseñar autodisciplina. En lugar de esto, es mejor ponerle un toque de humor a las cosas.

En lugar de regañar a tu hijo porque algo no le ha salido bien ayúdale a mejorarlo con una sonrisa. O si por ejemplo, si a tu hijo/a se le ha caído un cuenco de cereales sin querer al suelo, ¿de qué sirve que te enfades? Enséñale a limpiarlo, a buscar las posibles soluciones y también a que sea capaz de aceptar sus responsabilidades.

Cambia las señales

Uno de los aspectos más frustrantes de la paternidad es tener que repetir lo mismo una y otra vez. Es necesario cambiar esta forma de actuar y decirle a los hijos lo que deben hacer. Por ejemplo, si estás cansado/a de decirle que cuelgue la chaqueta en la percha y hace caso omiso, cuando llegue de la calle dile que salga de nuevo a fuera y que cuando entre, cuelgue la chaqueta en la percha. Cuando lo haga elógiale y repite esta acción hasta que tenga el hábito adquirido. No es tan importante decir las cosas mil veces como enseñarles el hábito.

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