Enseñar habilidades de escucha a los niños pequeños
Enséñale a escuchar con paciencia y buen ejemplo
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Puede ser bastante frustrante cuando los padres les dan pequeñas órdenes a los niño y éstos simplemente no hacen caso o parece que no escuchan lo que se les esta diciendo. Cuando le dices a tu hijo cosas como: «No toques eso», «No estires de la cola al gato» y parece que no te escuchan, muchos padres piensan que sus hijos pueden estar teniendo algún tipo de trastorno de comunicación o algún problema de oído, pero esto no siempre tiene que ser así.
Mientras que hay niños que sí tienen retrasos en el desarrollo, la comprensión de la progresión típica en el niño y su capacidad de escucha puede marcar la diferencia entre la preocupación innecesaria y lo que realmente puede ser algo importante… y es que los niños pasan por etapas de aprendizaje que hay que entender, y también respetar.
El lenguaje receptivo
El lenguaje receptivo incluye habilidades que van más allá de simplemente escuchar al otro. Mientras que tu hijo puede tener una estupenda capacidad de mirarte con atención y escucharte, es probable que quizá no entienda completamente todo lo que le estás diciendo.
El vocabulario receptivo de un niño incluye las palabras que conoce. Por ejemplo, un niño de dos años puede comprender más o menos de 500 a 700 palabras y cuando tienen 30 meses ya alcanzan la comprensión de las 900 palabras. Normalmente los niños entre dos y tres años pueden aprender una media de dos palabras nuevas cada día. Es probable que el vocabulario receptivo de tu hijo incluya principalmente las palabras de objetos comunes y personas que ve y conoce, por lo que para dirigirte a él deberás hacerlo con un vocabulario que sea acorde a lo que entienda.
Haz que te escuche
No es lo mismo hablar a un hijo de una habitación a otra, hacerlo a voces que acercarte a él, ponerte a su misma altura, mirarle a los ojos y decirle con calma y cariño lo que quieras transmitirle. El cambio que notarás en su habilidad de escucha será enorme. Le estarás enseñando a que se debe escuchar, estar atento a los demás y sobre todo, prestar atención plena al otro en una conversación… son habilidades y aprendizajes imprescindibles que le acompañarán toda la vida.
Cómo dar órdenes
Si le dices a tu hijo una orden como por ejemplo: ‘Ves a tu dormitorio, coge la camiseta de la silla, ven aquí, póntela y dame tu mochila’. Seguramente tu hijo no comprenda del todo bien lo que estés pidiendo y tú te frustres porque tu hijo ‘no hace caso’. La incapacidad de un niño para seguir la secuencia de varios pasos de direcciones no quiere decir que sus habilidades de escucha son insuficientes, simplemente quiere decir que debes tener en cuenta un cambio de comunicación hacia tu pequeño.
Los niños pequeños por lo general sólo tienen la capacidad de escuchar y seguir instrucciones de una o dos órdenes sencillas. En lugar de darle a tu hijo una larga lista de pasos, es mejor darle peticiones simples que pueda cumplir y cuando esté listo, pasar a la siguiente. Una orden simple puede ser: ‘Por favor, baja los pies de la mesa’.
Fíjate en el lenguaje no verbal
Responder a tus preguntas o peticiones con una respuesta verbal no es la única forma en la que un niño se puede comunicar contigo. Muchos padres pasan por alto las respuestas no verbales y piensan que su hijo no le está escuchando, pero merece la pena parar y fijarte más en lo que tu hijo hace en lugar de tener suposiciones. Por ejemplo, si le preguntas: ‘¿Dónde están tus zapatos?’, y tu hijo no contesta pero mira hacia alguna dirección, sigue su mirada.
Muchos niños en ocasiones utilizan los gestos, ya sean faciales o señalando y así te mostrarán que están escuchando. Cuando use los gestos en lugar de las palabras puedes reforzarle verbalmente para que amplíe su vocabulario y que poco a poco se anime a utilizar las palabras.
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