Enseña a tus hijos que la vida está llena de oportunidades
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Hay quienes piensan que cuando pasa un tren en la vida ya no se podrá volver a coger nunca más, aunque tienen algo de razón, la realidad es que, aunque ese tren no se pueda tomar de nuevo, habrán otros trenes a los que nos podamos subir para llegar al mismo destino o a otros diferentes pero igual de maravillosos. Esto es así, porque la vida está llena de oportunidades que no hay que dejar escapar. Tus hijos deben aprender esto de ti para poder alcanzar el éxito.
Si les dices a tus hijos que los trenes (u oportunidades) solo pasan una vez en la vida, es posible que se aventuren a reaccionar ante lo que consideran una oportunidad sin estar preparados, algo que les puede llenar de frustración puesto que ese camino aún no era el que debían tomar, porque no era el momento correcto.
La vida está llena de esperanzas
Las oportunidades siempre están cargadas de esperanzas y dejarlas pasar parece que es algo que nadie deba hacer, porque entonces el futuro solo será desgraciado. En realidad, esto no es cierto en absoluto porque pensar que cuando pasa una oportunidad nunca volverá a pasar, solo nos genera ansiedad y malestar. Cuando una oportunidad es buena pero sabemos que nos dará más obstáculos que las herramientas o recursos que tenemos para poder alcanzarla, entonces, solo será una oportunidad cargada de problemas que ahora mismo, no nos conviene.
Los niños deben aprender a tener un pensamiento crítico y flexible y darse cuenta de cuándo una oportunidad es realmente una y cuando una es mejor dejarla pasar por el propio bien.
Las oportunidades van y vienen
No hay nada irreversible en la vida, excepto la muerte. La vida es un camino que está lleno de trenes y cada día es una estación y puedes escoger el tren que quieres tomar. Los niños deben aprender que la vida está llena de decisiones y que solo ellos son los que deben tomar un tren u otro. En ocasiones, habrá que renunciar a un tren para poder coger otro diferente… porque las renuncias son igual de importantes que las oportunidades que se toman.
Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre o incluso se abren otras puertas diferentes. Esto quiere decir que la vida está llena de aprendizaje y que si sabemos mirar bien, nos daremos cuenta de que las oportunidades siempre las tendremos delante, porque en la gran mayoría de los casos, no son otras personas quienes nos las proporcionan, somos nosotros mismos quienes creamos las oportunidades.
Mañana vuelve a salir el sol y por tanto, volverás a tener otro día lleno de oportunidades para poder apostar por ese cambio en tu vida. Los niños deben entender que no hay nada que les hundirá para siempre, todo lo contrario, cuando hoy sale algo mal, siempre existirá la oportunidad de intentarlo de nuevo, aprendiendo de los errores pasados para mejorar la versión del futuro.
La felicidad no depende de factores externos
También es imprescindible que los niños aprendan que la felicidad no depende de los factores externos. Esto significa que la felicidad no depende del trabajo que se tenga, de la casa o el coche que se posea, ni tampoco depende de la persona que está a nuestro lado… la felicidad es interna y depende de nosotros mismos y de cómo enfoquemos la vida.
Todas las personas del mundo pueden perder oportunidades y eso no significa que se acabe la vida o que nada pueda volver a ser como antes, tampoco significa que nada pueda mejorar en el futuro. En realidad, todos hemos perdido alguna oportunidad y hemos podido seguir hacia adelante, buscando otros caminos que también fueron aptos para mejorar en la vida. Incluso, cuando se pierde una oportunidad, nos sentimos agradecidos, ¡porque el que vino después era mucho mejor!
La vida es cambiante y nada tiene que determinar un futuro exacto. No hay un color estático para tu vida, los colores pueden ir cambiando, igual que las oportunidades continuarán pasando. Enseña a tus hijos a no rendirse, a preservar, a ser constantes y a entender que el éxito en la vida, está en sus manos y en las decisiones que tomen.
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