Enseña a tus hijos la valentía de tomar decisiones
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Las decisiones no son fáciles de tomar, y menos en momentos difíciles… Aunque en realidad, tomamos decisiones en cada momento del día: qué comer, qué vestir, a qué jugar, qué ver en la televisión… la vida está llena de decisiones aunque no siempre son tan fáciles de tomar. Como padres, es importante que enseñes a tus hijos a tomar decisiones tanto en momentos mundanos de la vida cotidiana como cuando las decisiones lo pueden cambiar todo.
Saber qué es lo que se quiere
Lo más difícil en cuanto a tomar las decisiones en la vida es saber qué se quiere realmente. Decidir desde el respeto es sentirse libre ante las ataduras de la sociedad, es decidir sin tener ataduras, es respetar la propia libertad.
Los niños, desde que son pequeños están acostumbrados a que los padres decidan todo por ellos, o a que les aporten consecuencias positivas o negativas dependiendo del comportamiento que tengan en el hogar y en otros contextos. Por ejemplo, un niño que se porta mal con su hermana, tendrá consecuencias negativas por culpa de ese mal comportamiento, porque, en las mejores circunstancias, habrá sido el propio niño quien haya escogido tener ese comportamiento, a pesar de las advertencias de sus padres, cuando le decían qué es lo que ocurriría en caso de no tener un buen comportamiento en un momento determinado. En estos casos es el niño quien decide el comportamiento que tendrá.
Opciones desde la infancia
Los niños que desde la infancia tienen opciones y los padres les dan la oportunidad de escoger, serán los adultos que sepan decidir más sabiamente en el futuro. Las opciones, desde la infancia son imprescindibles… cuando los niños son pequeños, es obvio que no sabrán tomar decisiones sabias pero sí podrán ir aprendiendo a hacerlo.
Por ejemplo, puedes darle a tus hijos la oportunidad de escoger la ropa que se van a poner cada día. Este ejemplo se puede extrapolar a otras muchas situaciones, como qué quieren tomar de postre, a qué quieren jugar cada tarde… Lo ideal es darle dos o tres opciones para que pueda valorar qué opción es la que más le conviene o la que más quiere en ese momento. Así, poco a poco y sin que se dé cuenta, aprenderá a priorizar aquellas cosas que realmente le gustan o le motivan.
Tu hijo aprenderá a ser una persona honesta y sincera consigo misma, aprenderá a renunciar a aquello que no le conviene o que simplemente no se puede en un momento determinado. Tus hijos aprenderán a definirse y a ser su propia prioridad pero siempre respetando a los demás, sabrán hacer sacrificios y ver los pros y los contras de cualquier situación.
Las personas que toman decisiones son valientes
Las personas que toman decisiones en momentos difíciles son valientes y son conscientes de que no pueden llegar a todo y que no deben ser aquello que no son. Se esforzarán por tener una vida mejor dentro de lo que humanamente se puede y sin pretender que el día tenga más horas de las que realmente tiene. No sacrifican a los demás por sus propias decisiones, son responsables porque desde siempre aprendieron a aceptar la responsabilidad de sus acciones.
Cuando tu hijo sepa tomar decisiones conscientes y no impulsivas, se sentirá afortunado de la vida que tiene. Sabrá que la salud es el mejor tesoro y que la esperanza nunca hay que perderla. Amará la vida porque sabe que es la única oportunidad que tiene para ser feliz y marcar la diferencia tanto en su vida como en la de los demás. Le gusta aprender, superar miedos y formar parte del juego de la vida… Y por todo esto, es tan importante que enseñes a tus hijos a tomar decisiones.
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