Enseña a tu hijo que lo que importa no es el resultado, es no darse por vencido
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Expresiones como: ‘Puedes hacerlo’, ‘No te rindas’, ‘¡Sigue adelante!’… Son palabras que todos los padres pronuncian cuando sus hijos son pequeños para darles aliento en sus primeros pasos, cuando aprenden a nadar, cuando aprenden a usar el inodoro o cuando comienzan a escribir o leer. Pero los padres no solo deben enseñar a los hijos esta constancia y perseverancia cuando son pequeños, sino que debe ser un habitual desde que son pequeños y para siempre.
Los niños se enfrentan a desafíos grandes y pequeños todos los días y se necesita perseverancia para poder cumplirlos. Existen una serie de investigaciones donde se estudiaron a atletas de élite a través de diversos campos como la música, el deporte y la medicina, donde el profesor de psicología en la Universidad Estatal de Florida (Tallahassee) K. Anders Ericsson, encontró que el logro individual tiene un vínculo más estrecho con la disciplina y la dedicación.
Los niños pasan por etapas de frustración (sobre todo a los 4 años), y piensan que no son capaces de lograr las cosas, lloran y aunque el temperamento puede marcar la diferencia en este tipo de frustraciones, a todos los niños se les puede enseñar a esforzarse e ir más allá de dónde se pensaban que podrían llegar.
Cómo enseñar a un niño perseverancia
No elogiar demasiado
Es probable que quieras que tu hijos consigan cualquier cosa que se propongan, pero elogiándoles demasiado puedes hacer que exista el efecto contrario: que haya demasiada confianza y motivación y se conviertan en adictos de alabanza y afirmación, es decir: que no sean capaces de hacer las cosas por sí mismos sin la aprobación de los demás.
En un estudio de la Universidad de Stanford descubrieron que la nueva psicología del éxito en los niños que son alabados por sus logros (‘qué cuadro tan bonito’) o la capacidad (‘eres buen corredor’) cuando se vuelve más complicado demuestran más su valía o lo intentan demostrar. Sin embargo, los niños que son elogiados por su esfuerzo (‘debes haberte esforzado mucho en hacer esto’), son mucho más propensos a perseverar ya que equiparan el rendimiento con el trabajo duro y acaban teniendo mejores resultados.
En lugar de decir a tu hijo de 4 años cosas como ‘eres un gran artista’ cuando te enseña su último dibujo, es más apropiado para trabajar la perseverancia decir algo como: ‘Veo que te has esforzado mucho en este dibujo, muy bien’. Esto quiere decir que en lugar de felicitar a tu hijo porque ‘es un gran jugador de baloncesto’, es mejor señalarle lo bien que avanza gracias a la práctica y entrenamiento que hace cada día.
Marca un buen paso a paso
Si quieres que tus hijos sean capaces de hacer una tarea difícil (como aprender a patinar sobre hielo o limpiar su habitación), dale objetivos o ‘un plan de juego’. Cuando se muestra a un niño cómo tiene que hacer algo (el paso a paso) será mucho menos intimidante para él y se verá bastante más capaz de conseguirlo. Si por ejemplo tu hijo se está frustrando porque no es capaz de montar un puzzle complicado él solo, puedes ayudarle diciéndole cosas como: ‘Vamos a buscar primero todas las esquinas’, una vez logrado, ‘Vale, ahora vamos a seleccionar los bordes del puzle’ y por último, ‘Vamos a ver si somos capaces de ordenar bien las piezas llenando primero los lados’.
Aprender de los errores
Es necesario aprender de los errores y del fracaso para poder superarnos a nosotros mismos. Como dijo Thomas Edison: ‘No he fracasado. He encontrado 10.000 maneras que no funcionan’. El miedo a hacer las cosas mal impide a los niños darlo todo en un primer momento. Es necesario enseñar a los niños que los errores son el mejor proceso de aprendizaje.
Cultivar las pasiones
Para cultivar las pasiones o descubrir nuevas, es necesario exponer a los hijos a una variedad de diferentes experiencias llevando a los hijos a visitar nuevos lugares como parques de ciencias, bibliotecas, lugares naturales… Así podrá mostrar interés en algo y aprender nuevas cosas.
Y por supuesto, no podrá faltar el darle a los hijos el mejor ejemplo de perseverancia en ti mimo/a. Es decir, hacer más de lo que se dice. Son las acciones las que realmente muestran a los hijos el verdadero ejemplo a seguir.
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