¿Cómo educar a tu hija para que no necesite que un príncipe la salve?
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En los últimos años hemos avanzado mucho en materia de igualdad de género, pero todavía quedan algunas ideas sexistas en lo más profundo de algunas mentes. Por eso, muchos padres siguen educando a sus hijas para que sean perfectas, se comporten con mesura y se mantengan alejadas de los riesgos, a salvo y en su zona de confort. No se percatan que de esta manera solo limitan sus potencialidades y las convierten en mujeres incapaces de asumir desafíos y afrontar la vida por sí mismas.
En cambio, cuando enseñamos a las niñas a ser independientes y a arriesgarse estimulamos su capacidad para descubrir el mundo y asumir nuevos retos, a la vez que fomentamos su autoconfianza. De esta manera, creamos mujeres auténticas, capaces de luchar por sus sueños, de aventurarse a lo desconocido y de convertirse en las personas que realmente quieren ser, sin estar a la sombra de un príncipe.
5 claves para enseñar a tu hija a salvarse a sí misma
1. Motívala a asumir nuevos desafíos
Una condición indispensable para que tu hija se convierta en una mujer independiente consiste en animarla a asumir nuevos retos. Para ello es importante que desde pequeña le enseñes a establecer sus propias metas de forma clara y a trazarse un plan para alcanzarlas. Enséñale a confiar en sus capacidades y a asumir los obstáculos como una oportunidad para crecer, así como a perseverar en sus planes y luchar con tenacidad para conseguirlos. No obstante, también debe aprender a adaptar sus objetivos a las circunstancias para que sea capaz de reestructurar sus metas a lo largo del camino.
2. Anímala a resolver los problemas por su cuenta
Resolverle todos los problemas a tu hija no es la mejor estrategia para enseñarle a ser independiente y prepararla para las adversidades de la vida. La solución radica en ofrecerle las herramientas que necesita para que pueda solventar los problemas con sus propios recursos e ingenio. De esta manera, aprenderá a enfrentarse a los conflictos y buscar soluciones sin esperar a que otros le ayuden. No obstante, también es importante que aprenda que pedir ayuda no es una señal de debilidad sino todo lo contrario, de manera que no tiene que avergonzarse si a veces necesita recurrir a alguien cercano.
3. Dale libertad
Uno de los errores más comunes que cometen los padres en la educación de una niña consiste en sobreprotegerla y limitar su libertad para reducir los riesgos a los que se expone. De esta manera, le impiden vivir nuevas experiencias y desarrollar su potencial, lo cual terminará repercutiendo negativamente en su autoestima y autoconfianza. Para evitar este problema y motivar a tu hija a explorar el mundo que la rodea debes darle la suficiente libertad como para que se ponga a prueba a sí misma y descubra hasta dónde es capaz de llegar.
4. Permítele que encuentre las respuestas por sí sola
Tener todas las respuestas al alcance de la mano no hará que tu hija salga de su zona de confort y se esfuerce por aprender y crecer como persona. A veces puedes facilitarle algunas respuestas, sobre todo cuando es pequeña, pero a medida que crece debes estimularla a que se esfuerce por encontrarlas. De esta manera, no solo fomentas su capacidad para aprender y su constancia sino que también le enseñas que su opinión es importante, lo cual le hará ganar en autoconfianza y fortalecerá su autoestima.
5. Nunca la etiquetes
Para que tu hija se convierta en una mujer independiente y auténtica, es conveniente que mantengas a raya las etiquetas. Utilizar frases como “esto no es cosa de chicas” o “las niñas no hacen eso” limitará el desarrollo de tu hija según lo que dicta el estereotipo social y, a la larga, terminará convirtiéndose en una mujer dependiente, con miedo a arriesgarse y a probar suerte en los terrenos que siempre han sido gobernados por los hombres. En su lugar, puedes explicarle que cada persona es única y que sin importar su género tiene las mismas oportunidades para expresarse y desarrollarse.
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