¿Qué es la educación social y emocional infantil?
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Los niños desde que nacen son expertos comunicadores y son capaces de experimentar y expresar una amplia gama de emociones. A través de sus interacciones positivas con los cuidadores, aprenden a sentirse bien consigo mismos y disfrutan relacionándose con los demás. También aprenden a cómo manejar sus sentimientos y a comunicarse eficazmente para satisfacer sus necesidades.
A medida que los bebés crecen y se convierten en niños pequeños, pueden manejar más cosas por sí mismos, pero todavía necesitan la orientación y el apoyo de sus cuidadores. Los niños quieren complacer a los adultos pero también quieren ser ellos mismos. Aprenden mediante la imitación de los demás y construirán su confianza ayudando en las experiencias cotidianas como cocinando, limpiando o ayudando en las compras. También adaptarán su comportamiento en función de las respuestas de sus cuidadores ya que están aprendiendo a lidiar con los conflictos para resolver problemas a través de sus relaciones con los adultos más significativos de sus vidas.
Los niños pequeños desarrollan sus habilidades sociales y emocionales a través de una amplia red de relaciones sociales, incluyendo a otros niños y adultos. Apoyando por el aumento de sus capacidades de lenguaje, el pensamiento y de planificación, los niños en edad escolar son más capaces de esperar las cosas que quieren, para negociar soluciones a los problemas cotidianos y tomar decisiones por sí mismos con los demás.
Las habilidades sociales y emocionales de los niños están desarrollándose todo el tiempo, pero éstas habilidades pueden desarrollarse de forma diferente en cada niño. Ellos se benefician de tener muchas oportunidades de aprendizaje y de práctica. Son muchas las facetas que existen en el aprendizaje social y emocional.
El desarrollo social y emocional en los primeros años
Desde el nacimiento hasta la edad escolar es el período de mayor crecimiento y desarrollo. Los primeros años de vida es un tiempo para empezar a caminar, decir las primeras palabras y tener el primer contacto con el mundo. Además, a través de las relaciones con los demás, los niños construirán expectativas sobre el mundo y las personas que están a su alrededor.
En los primeros años los niños estarán desarrollando:
- El sentido de sí mismo incluyendo sentirse bien consigo mismos y con los demás
- Habilidades sociales para llevarse bien con los demás en la vida
- Habilidades emocionales como reconocer, expresar y gestionar una amplia gama de sentimientos
Estas primeras habilidades son muy importantes ya que forman una base de desarrollo continuo en los niños y afectarán a su salud mental, a su bienestar emocional, ahora y en el futuro.
Por qué es importante
El aprendizaje social y emocional trata de aprender a manejar los sentimientos, a gestionar las amistades y a resolver los problemas. Estos conocimientos son esenciales para el apoyo del bienestar emocional y una salud mental positiva. Las habilidades sociales y emocionales promueven la capacidad de los niños para hacer frente a las dificultades y ayudar a prevenir los problemas de salud mental. Los niños que han desarrollado las habilidades sociales y emocionales resulta más fácil para ellos gestionar sus emociones, relacionarse con los demás, resolver conflictos y tener una buena autoestima y relación con los demás.
Hay investigaciones que demuestran que el aprendizaje de los niños está influida por una serie de factores sociales y emocionales. Si no se trabajan bien las emociones y la socialización, entonces quedarían afectadas las siguientes capacidades:
- La confianza que tienen los niños acerca de sus habilidades
- La eficacia con la que son capaces de controlar su comportamiento
- La organización y la concentración
- La eficacia para resolver los problemas
- La empatía
- La comprensión
- Las responsabilidades
- El control emocional
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