Educación Montessori, el vínculo que une a los creadores de Amazon, Google y Wikipedia
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Corría el año 1994 cuando el ingeniero informático Jeff Bezos tuvo la idea de crear un nuevo modelo de negocio basado en el comercio electrónico al que llamó Amazon. Por aquel entonces, Internet era una herramienta para privilegiados, pero Bezos estaba convencido de que un día formaría parte de la vida cotidiana de millones de personas y, años después, Amazon ya facturaba billones de dólares y se había extendido a casi todo el mundo. Hoy, Bezos es un ejemplo de innovación y creatividad para miles de emprendedores, pero no es el único.
Por ese mismo tiempo, unos años más tarde, otros dos informáticos, Serguéi Brin y Larry Page, tuvieron otra idea brillante: crear un motor de búsqueda para organizar y encontrar más rápidamente la información en Internet. En solo cinco años, el buscador al que llamaron Google se convirtió en la herramienta más utilizada para la búsqueda en Internet en todo el mundo. En la actualidad, la empresa es una de las gigantes en el sector de la tecnología y Serguéi Brin y Larry Page considerados dos visionarios.
A la lista de genios creativos también se suma, Jimmy Wales, uno de los fundadores de Wikipedia, la enciclopedia digital más consultada en Internet, y el premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, creador de obras de gran valor literario como “Crónica de una muerte anunciada”, “Cien años de soledad” o “El amor en los tiempos del cólera”. Sin duda, se trata de auténticos íconos del emprendimiento conocidos en todo el mundo, pero lo que muchos no saben es que a pesar de desarrollarse en campos diferentes les une un vínculo en común: fueron educados bajo los principios de la metodología Montessori.
La metodología Montessori que siguieron Jeff Bezos, Larry Page o Gabriel García Márquez
La metodología Montessori es un modelo educativo creado por la educadora italiana María Montessori. A diferencia de otros modelos, esta metodología se centra en el rol activo del niño en su aprendizaje, teniendo en cuenta su individualidad y ritmo de desarrollo. Se trata de una metodología que promueve el respeto hacia todas las personas, independientemente de su edad, lo que implica ser consciente de que cada niño es único y por tanto, tiene una forma única de ser y aprender.
Por eso, la metodología Montessori no limita el aprendizaje a un programa curricular rígido y perfectamente estructurado como en la educación tradicional, sino que promueve un proceso de aprendizaje libre, espontáneo y adaptado a las necesidades e intereses de cada niño. Se trata de una metodología que intenta promover el desarrollo de la imaginación y la creatividad al tiempo que estimula el desarrollo casi ilimitado de las habilidades cognitivas de los más pequeños.
En práctica, los niños que se educan con esta metodología pueden aprender todo lo que sean capaces de asimilar ya que son ellos mismos quienes gestionan su aprendizaje a partir de los medios educativos que los adultos les facilitan. Al tener completa libertad para escoger las tareas y actividades que les interesa realizar, los niños no solo se motivan más, sino que pueden darle rienda suelta a su creatividad, memoria, atención y pensamiento.
De hecho, la metodología Montessori motiva a los niños a que actúen y piensen por sí mismos mientras estimula el desarrollo de su autoconfianza y autoestima. Además, a diferencia de la educación tradicional no trabaja con los premios o castigos ya que su propósito es fomentar una motivación intrínseca por el aprendizaje, es decir, incentivar a los niños a trabajar y aprender por la satisfacción que ello les reporta.
Otro aspecto interesante de esta metodología se centra en el aprendizaje colaborativo. La educación Montessori considera que la interacción constituye una parte fundamental del proceso de aprendizaje, de manera que promueve la formación de aulas con pocos alumnos, pero de diversas edades. De esta manera, los niños pueden interactuar libremente entre ellos, sin depender de los adultos, mientras aprenden unos de otros.
Las ventajas de la educación Montessori que aprovecharon los creadores de Amazon, Google y Wikipedia
Las escuelas Montessori suelen ser el caldo de cultivo perfecto para la creatividad y el emprendimiento. Así lo comprobó un estudio realizado por investigadores de la Universidad de París V René Descartes en el que evaluaron el impacto de diferentes metodologías educativas en niños de distintas edades. Para ello les plantearon una serie de problemas para evaluar la creatividad infantil que iban desde hacer dibujos con líneas paralelas e inventar una historia a partir de una frase hasta pensar en diferentes usos para una caja de cartón.
Los investigadores encontraron que las metodologías alternativas, en especial el método Montessori, tenían una influencia positiva en la creatividad de los niños, sobre todo a edades tempranas. En gran parte, se debe a la adaptación que hace esta metodología del proceso de aprendizaje a los intereses y necesidades de cada niño, poniendo el foco en la individualidad y fomentando la autonomía e independencia de los más pequeños de casa.
En este sentido, el aprendizaje colaborativo también ocupa un lugar esencial ya que motiva a los niños a desempeñar un papel más activo en su propia educación mientras estimula sus habilidades sociales y les ayuda a convertirse en personas más abiertas. Una condición fundamental no solo para establecer vínculos emocionales sólidos y duraderos sino también para integrarse en el entorno y comprender mejor las circunstancias que nos rodean.
Sin duda, otra de las razones está relacionada con el aprendizaje experiencial que promueve la metodología Montessori. En las escuelas Montessori los niños aprenden en entornos organizados y materiales especialmente diseñados para favorecer el aprendizaje de manera natural. Por ejemplo, en lugar de memorizar las operaciones matemáticas, los niños juegan con los materiales y realizan los cálculos de forma manual, lo cual no solo les resulta más sencillo sino que les ayuda a comprender con más facilidad los conceptos abstractos.
Se trata de una excelente manera de potenciar no solo la lógica e inteligencia infantil sino también desarrollar el pensamiento crítico desde una edad temprana al tiempo que se motiva a los niños a estimular sus habilidades, descubrir sus principales pasiones y poner manos a la obra para convertirse en las personas que quieren ser de adultos.
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