El dolor de los niños ante la muerte de su mascota
[mashshare icons=»1″]
Las mascotas no son únicamente animales que conviven con nosotros, las mascotas son parte de nuestra familia y siempre, estén o no con nosotros, formarán parte de nuestras vidas. Cuando una mascota llega a nuestras vidas, el tiempo que está a nuestro lado nos estará enseñando grandes cosas y además, nos estará regalando el mayor regalo: amor incondicional. Los niños conectan con las mascotas de forma diferente que los adultos, y el dolor que sienten ante su pérdida, también es muy real.
Muchas niños viven la muerte de su mascota como la primera pérdida significativa de un ser querido y aunque no muestren sus emociones o sentimientos como los adultos, eso no significa que no sientan también dolor ante la muerte de su preciada mascota. También sienten la pérdida y necesitan la ayuda del adulto para poder lidiar con esos sentimientos en su corazón.
Caos emocional
Si tu hijo/a es pequeño/a es posible que no entienda realmente qué ha pasado, pero sí sea testigo del caos emocional que hay a su alrededor, esto le causará un gran impacto. Cuando una mascota se va, por las circunstancias que sean, siempre dejará un gran agujero en la vida de las personas que convivieron con ella. Y sí, por una mascota también se pasa el duelo… Porque el dolor emocional que se siente es muy duro, se les quiere, se les respeta y se les echa de menos cuando ya no están con nosotros.
La rabia, la tristeza, el dolor… tu hijo presenciará todo eso, no intentes disimularlo. Las emociones no deben disimularse, deben ser nuestros maestras. Las emociones nos ayudan a canalizar todo el torbellino de emociones que sentimos y dar significado a lo que nuestro corazón manifiesta. En ocasiones, los adultos pueden sentirse contrariados cuando intentan dar sentido a su propio dolor y que al mismo tiempo deban saber cómo consolar también a los hijos.
Las mascotas son parte de la familia
Para los niños, las mascotas son parte de su familia. Las sienten como parte integrante y son importantes para ellos. Los niños tienen gran conexión con sus mascotas, las sienten como amigos, como hermanos ‘peludos’. Son sin duda sus compañeros mientras crecen. Existen investigaciones que afirman que los niños en edades comprendidas entre los 6 y los 13 años comprenden que las mascotas viven poco tiempo en comparación con las personas.
Pero aún siendo conscientes de esto, el dolor ante la pérdida de una mascota puede ser tan grande que sientan renuncia a aceptar su marcha. Tus hijos te preguntarán por qué no pueden ver a su mascota de nuevo. Además, los niños que sufren la pérdida de su mascota de forma traumática o inesperada, es más difícil conciliar los sentimientos de pérdida.
Superar la pérdida
Tus hijos necesitan saber la verdad, no les pintes la muerte como algo bonito, tampoco les digas que su mascota se ha ido a un lugar mejor, porque para tu hijo sería un abandono emocional. La verdad es la mejor manera de que después tu hijo confíe en ti. Su cuerpo ha dejado de funcionar y cuando un cuerpo deja de funcionar ya no se puede volver a ver más, porque desaparece.
Pero eso no significa que la mascota deje de existir, porque está en el corazón de las personas que la han amado. Si tu hijo es muy pequeño también le puedes decir que su mascota se ha muerto, pero que es como si se hubiera convertido en una estrella… De este modo, podrá recordarla cada noche.
Quizá sientas la tentación de cubrir ese dolor con otra mascota rápidamente, pero lo mejor es esperar a superar el duelo y que el sentimiento hacia la mascota sea siempre desde el cariño y el agradecimiento por todo lo que os aportó en vida. Y después de esto, entonces ya podréis pensar en otra mascota… Pero nunca otra mascota os borrará los recuerdos de la primera.
Comentarios