Disciplina Positiva: Potencia la autonomía en los tres primeros años de vida de tu hijo
La importancia de la autonomía de los niños
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Los niños necesitan sentir la sensación de autonomía, que tienen su propia autonomía. Erik Erikson, un psicólogo muy conocido, creía que es esencial que los padres dieran la oportunidad a sus hijos para buscar el sentido de lo que están haciendo y que eso fuese más fuerte que los sentimientos de vergüenza o de duda. Entonces y solo entonces, los niños tendrán la confianza suficiente para iniciar y para dar forma a sus propias ideas y planes.
Erikson aconsejaba la construcción de la confianza en el primer año y fomentaba un sentido de autonomía en el segundo y tercer año de vida de los pequeños. La disciplina positiva entra en juego sin necesidad de castigos. La disciplina positiva enseña autonomía a los niños y se basa en la enseñanza y la comprensión de lo que es apropiado para el desarrollo de los niños dependiendo su edad evolutiva.
A menudo los padres creen que los niños pequeños tienen un comportamiento desafiante, se comportan mal de manera intencionada, o lo que es peor aún, tratan de cruzar los límites en contra de sus padres cuando realmente se sienten desbordados por sus propias necesidades de desarrollo en búsqueda de la exploración y la aventura. La comprensión de esto te ayudará a reaccionar de forma apropiada, por lo que en general significa que los conceptos abstractos para los niños como el ‘no’ repetido o hacer ruidos para que pare de actuar, es inútil y también inapropiado.
Qué es el sentido de la autonomía en los niños
Tener sentido de autonomía no significa que el niño tenga que hacer solo lo que le gusta o lo que le apetezca en el hogar… la toma de las decisiones debe ser de los padres ya que ellos, son sus guías porque la autonomía no significa permisividad.
El sentimiento de autonomía es que el niño debe sentirse capaz de explorar de forma libre dentro de unos límites de seguridad establecidos por los padres. Los niños, a menudo tienen demasiadas opciones incorrectas y los padres colocan la posición de responsabilidad en los pequeños y piden respuestas sobre cosas que únicamente los adultos tienen la responsabilidad, creando niños con ansiedad e inseguros.
Para potenciar la autonomía de los niños, se les debe dejar explorar en un ambiente que esté libre de peligro. Esto requiere que el hogar familiar esté ‘a prueba de niños’ para que puedan explorar, que pongan a prueba lo que pueden hacer y que de este modo, desarrollen actividades por su cuenta. Si no quieres que tu hijo te rompa cosas en el hogar, simplemente quítalas de su alcance, pero no le riñas si lo hace y tú lo dejaste a su alcance primero.
Un niño con demasiados límites dentro de su hogar perderá la oportunidad de desarrollar el sentido de la autonomía. Muchos padres ponen a los niños en un parque infantil en cuanto comienzan a moverse para evitar que se hagan daño o que rompan cosas en un espacio únicamente de adultos.
Los efectos secundarios de la falta de autonomía
Cuando no se trabaja la autonomía ni potencia en los niños puede tener efectos secundarios en su desarrollo. Cuando no se potencia la autonomía en los niños pequeños es sinónimo a una falta de estímulo intelectual y esto, podría ser un impedimento para el desarrollo del cerebro y de sus músculos, tan esencial la combinación de ambos en los tres primeros años.
La promoción de la autonomía ayuda a desarrollar las habilidades necesarias cuando los padres no están presentes, el niño aprenderá también qué es seguro de lo que no lo es. Esto, por supuesto, es muy difícil para los padres que no trabajan primero el tiempo y la paciencia ya que estos dos aspectos son claves para desarrollar una buena disciplina positiva.
La paciencia y el tiempo se deben tener en grandes cantidades ya que son requisitos previos, junto con tener un hogar a prueba de niños. Si esto es así, el niño desarrollará un falso sentido del mundo y un sentimiento distorsionado de su capacidad para vivir en él.
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