Diferencias entre conflicto y acoso
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Todos hemos experimentado conflictos con otras personas en algún momento es algo normal de la vida. Es necesario aprender a manejar estas situaciones de forma saludable para que se aprendan las habilidades sociales más importantes de la vida. A diferencia del conflicto, el acoso ya no es una parte normal de la vida… No es algo saludable ni tampoco es algo que los niños deban pasar a lo largo de su infancia.
El acoso es un abuso de poder que tiene consecuencias importantes. No hay nada saludable en cuanto al acoso, de hecho, hay diferencias claras entre el bullying y el conflicto. Ser capaz de identificar estas diferencias es importante para saber cómo actuar en cada caso.
Cuando ocurre un conflicto
Cuando ocurre un conflicto ambas personas involucradas tienen el mismo poder en la relación. Y aunque ambas pueden estar enfadadas y molestas, ninguna busca control o atención. También son respetuosos entre sí, aunque no estén de acuerdo en algo.
Además, cuando las personas experimentan conflictos, a menudo sienten remordimiento y asumen la responsabilidad de sus acciones. Quieren resolver el problema para que puedan estar bien de nuevo, intentan encontrar algún tipo de acuerdo para estar bien mutuamente lo antes posible.
Por último, el conflicto ocurre ocasionalmente y por lo general no es grave ni daña emocionalmente a ninguna persona. Si bien experimentar un conflicto nunca es divertido para ninguna de las partes, no hace que una persona se sienta mal por ser quien es.
Cuando ocurre el bullying
La mejor manera de identificar la intimidación es reconocer que es un acto deliberado. El objetivo es herir, insultar o amenazar a otra persona. También hay un desequilibrio de poder en la situación. Los acosadores ejercen control sobre otras personas intimidándolas, acosándolas, amenazándolas o humillándolas.
La intimidación también se repite y tiene un propósito. Si bien las tácticas de acoso pueden variar de un caso a otro, el agresor apunta a las mismas personas de forma reiterada con el único objetivo de hacerles sufrir. La intimidación también plantea una amenaza de daño emocional o físico muy serio.
Por lo general, un acosador siente muy poco remordimiento, puede obtener satisfacción de hacer daño, se siente superior a otros, piensa que tiene derecho a tratar así a los demás. No quiere resolver nada, solo quiere hacer daño.
Soluciones en caso de conflicto o bullying
El conflicto es una parte importante del crecimiento, pero la intimidación no lo es. El conflicto les enseña a los niños a resolver conflictos desde la empatía y la asertividad. El acoso en cambio, solo causa daño y malestar.
Cuando se trata de conflictos los niños aprenden habilidades de resolución de conflictos, esto promueve la escucha y la cooperación para resolver problemas. Ambas partes llegan a un acuerdo. Pero la resolución de conflictos no es apropiada para situaciones de acoso, puede ser muy peligroso para las víctimas.
La resolución de conflictos funciona en base a la suposición de que ambas personas son responsables del problema actual y necesitan resolverlo. En esta situación, ambos niños hacen concesiones y el conflicto se resuelve. Por lo general, cuando los niños tienen un conflicto, lo mejor es darles la oportunidad de resolverlo por sí mismos.
El acoso es diferente. Se trata de que el agresor lastima intencionadamente a otra persona sin negociar ni resolver nada. Quieren poder y culpan a otros por sus acciones, incluso cuando un adulto logra que se disculpe, cuando nadie mire se vengará por ello. Es crucial reconocer ambas situaciones para encontrar una solución lo antes posible.
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