Si el día comienza gris, ¡píntalo de colores!
[mashshare icons=»1″]
Todos hemos tenido de esos días en los que te despiertas por la mañana y parece que todo sale mal. Los niños llegan tarde al colegio porque han ido muy lentos, llegas tarde a la oficina, tienes problemas con los clientes, en casa algo se rompe… definitivamente hay días que son buenos, pero otros cuando son malos… ¡realmente son muy malos!
Te permites enfadarte demasiado
Cuando esto ocurre es casi inevitable ponerse de mal humor, y el problema aquí, es que cuando pensamos que estamos enfadados de forma justificada porque el día está siendo ‘malo’, entonces nos permitimos comportarnos mal. Por ejemplo, si tienes un alto de nivel de estrés y tus hijos tienen un comportamiento regular, quizá en otras ocasiones podrías manejar mejor la situación pero cuando estás ya tan enfadado por otras circunstancias, quizá le grites con mayor facilidad.
Los niños no tienen la culpa de que tu día se esté convirtiendo en gris. Tú tampoco la tienes. En realidad nadie tiene la culpa. Cuando parece que todo va mal, en realidad no es así, en realidad son las percepciones que sientes de lo que te sucede las que hacen que las cosas salgan mejor o peor.
Si sonríes a la vida… ¡la vida te sonríe a ti!
Si te levantas por la mañana y en lugar de pensar en todo ‘lo malo’ que te espera o que te está sucediendo, comienzas a cambiar tu forma de pensar, todo mejorará casi sin darte cuenta. Si sonríes a la vida, la vida te sonreirá a ti… ¡y es cierto! No es una frase típica de motivación o bienestar, es la realidad, porque todo tiene que ver con tu percepción y actitud.
Haz una prueba. Camina por la calle sonriendo a las personas y fíjate en cuántas personas te devuelven la sonrisa. Al principio puede ser desconcertante, ¡porque las personas están demasiado acostumbradas a ver rostros serios! Pero una sonrisa te sienta bien a ti, y sienta bien a los demás. Con la vida, es igual… si sonríes más cada día, comenzarás a ver que esas cosas que parecían tan horribles, no lo son tanto realmente.
Deja de ver toda la oscuridad de tu alrededor, siente la luz que brilla y fíjate más en sonreír, en buscar las soluciones a esos problemas que te vas encontrando y si no hay solución, acepta la situación y sigue caminando.
¡Pinta la vida!
Quizá pienses que ser feliz o no serlo depende de las circunstancias que vivas o de las cosas que tengas, pero en realidad, la felicidad es una decisión. Ser feliz es un estilo de vida que escoger disfrutar o ignorar. Si crees que tu día se está poniendo demasiado gris, saca tu paleta de colores y comienza a pintar tu día de los colores que más te gusten. ¿No sabes cómo empezar a hacerlo? ¡Toma nota!:
- Abraza a tus hijos
- Abraza a las personas que más quieras
- Haz algo que te divierta
- Dibuja con tus hijos
- Mira una película o una serie que te haga reír
- Lee chistes que te hagan sonreír
- Habla con un amigo/a con el que hacía tiempo no hablabas
- Sal a pasear al parque y disfruta de la naturaleza con tus hijos
- Juega con tus hijos sin pensar en nada más que en divertirte con ellos
- Dile a tus hijos todo lo que les quieres
Tu día no es necesario que sea gris, y si crees que comienza a serlo, entonces, ¡piensa en cómo puedes hacer para que tú y tu familia disfrutéis de estar felices juntos! Sé consciente de tus comportamientos y emociones y sé un buen ejemplo para que tus hijos aprendan a sacar todo lo bueno de la vida… y que sus pensamientos sean positivos.
Comentarios