El desarrollo del bebé de 6 meses de edad

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Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los seis meses representan un hito importante en el desarrollo del bebé. A esta edad sus movimientos son mucho más intencionados, tienen un mejor tono muscular y un mayor control sobre su torso, por lo que nada lo detendrá para explorar su entorno. Asimismo, ya es capaz de interactuar con las personas que lo rodean utilizando un complejo abanico de sonidos y expresiones que cada vez se comprenderán mejor. ¡Y ya comienza su alimentación complementaria! A esta edad el bebé está preparado para complementar la lactancia materna con otro tipo de alimentos que le aportarán los nutrientes que necesita. Por tanto, ya podrá formar parte de las comidas familiares, un momento que aprovechará para consolidar los lazos con sus padres

Cambios físicos en el bebé de 6 meses

A los 6 meses el bebé gana entre 300 y 500 gramos al mes. Las niñas ya alcanzan los 7,5 kilos de peso y 65,5 centímetros de estatura mientras los niños pueden pesar unos 8 kilos y medir alrededor de 67,5 centímetros. Su tono muscular sigue desarrollándose y cada vez tiene una mayor capacidad para sostener su espalda, por lo que es probable que ya pueda sentarse sobre una superficie plana y dura como el suelo. Eso sí, lo hará inclinando su cuerpo hacia delante, sujetándose con las manos, es lo que se conoce como la postura de trípode, el primer paso para que, más adelante, pueda sentarse erguido.

De la misma manera, sus pies y manos cada vez son más fuertes y ya pueden sostener su peso, por lo que será capaz de incorporarse sobre sus manos cuando está tumbado bocabajo o intentará ponerse en pie cuando lo sostienes por los brazos. Adorará que lo sostengas para que pueda dar saltitos o sus primeros pasos, un ejercicio fundamental que fortalecerá sus músculos y mejorará su equilibrio, preparándolo para el gateo. Esto le permitirá desplazarse mejor por su entorno, sobre todo cuando está en el suelo.

A los 6 meses, la motricidad fina del más pequeño de casa se desarrolla a pasos agigantados. Ya no solo es capaz de tomar objetos grandes con sus manos, sino que como su agarre ha mejorado ya puede coger objetos más pequeños, cambiarlos de mano, llevárselos a la boca, lanzarlos o elegir otro objeto. Se trata de un paso fundamental para la introducción de su alimentación complementaria ya que le permitirá coger con sus propias manos los alimentos para llevárselos a la boca. Además, ¡a esta edad ya empiezan a aparecer los primeros dientes de leche del bebé! Esto probablemente le cause algunas molestias y dolor al pequeño, por lo que babeará más de lo normal e intentará llevarse a la boca todo lo que esté a su alcance para minimizar esa sensación.

Desarrollo cognitivo y del lenguaje

¿Sabías que a los seis meses de vida el bebé ya es capaz de memorizar las caras que le rodean? Para este momento el pequeño puede reconocer los rostros de sus padres y las personas cercanas de los desconocidos. Ello explica por qué se alegra cuando ve a sus padres o a alguien que conoce, pero en cambio llora inconsolablemente cuando un desconocido lo toma en brazos. Se trata de una reacción adaptativa completamente normal que irá pasando con el paso del tiempo. A esta edad es capaz de mantener la atención en un estímulo durante un corto período de tiempo, a la vez que está más atento a lo que sucede a su alrededor.

Su lenguaje continúa desarrollándose a pasos agigantados. Cada vez amplía más su abanico de ruidos y balbuceos que, poco a poco, se irán haciendo más comprensibles. De hecho, es probable que parezca que a veces quiere decir mamá o papá, algo que te hará particular ilusión, porque ya falta poco para que sea capaz de decir sus primeras palabras. De la misma manera que se le entiende cada vez mejor, el bebé también comprende mejor lo que sucede en su entorno. Ya es capaz de reconocer las emociones de sus padres, por lo que sonreirá si le hablan con ternura y probablemente rompa en llanto, si siente que gritan en su entorno.

A los 6 meses el bebé sigue llamando la atención de los adultos porque adora ser el centro de atención. De ahí que no sea extraño que haga todo lo posible porque los padres pasen más tiempo con él, jueguen y le dediquen su atención. También intentará imitar lo que estos hacen, escuchará atentamente sus palabras y se fijará mucho más en las expresiones de su rostro para descifrarlas, por lo que se recomienda dedicar un momento cada día a hablar e interactuar con el pequeño para estimular su desarrollo.

Alimentación y cuidados del bebé de 6 meses

A los seis meses de vida el bebé está mucho más activo por lo que necesitará mayor atención por parte de sus padres. Como ya es capaz de moverse con mayor soltura por el entorno, puede sufrir accidentes inesperados, por lo que es recomendable que los adultos estén atentos en todo momento y no lo dejen solo. También comenzará a despertarse con más regularidad durante la noche, nada que no pueda solucionarse con un biberón o unas caricias y frases cariñosas para que vuelva a conciliar el sueño.

Sin embargo, el mayor cambio a esta edad está relacionado con la alimentación. A partir de los 6 meses de edad ya se le pueden dar al bebé otros alimentos para complementar la lactancia materna, lo que representa un gran avance en su desarrollo ya que significa que está preparado para procesar otro tipo de nutrientes. En este sentido, se recomienda introducir los alimentos de manera paulatina, dejando pasar uno o dos días entre uno y otro para comprobar que lo tolera bien y no presenta ningún tipo de reacción alérgica o intolerancia a los mismos. Lo ideal es prepararlos en forma de papillas, sopas o licuados, al menos hasta que los dientes broten totalmente para que pueda masticar bien los alimentos.

La estimulación a los 6 meses de edad

A los seis meses el bebé tiene un mayor dominio de su cuerpo, así como una mayor capacidad para relacionarse con su entorno, por lo que estará preparado para llevar la estimulación temprana al siguiente nivel. A esta edad ya puedes comenzar a introducir juegos interactivos, en los que el bebé tenga una mayor participación como, por ejemplo, jugar a esconder alguno de sus juguetes favoritos con una manta o pañuelo para que él lo descubra con sus propias manos o acércale una caja con algunos objetos para que pueda cogerlos con sus manitas y manipularlos.

Por supuesto, también es importante estimular su desarrollo motor grueso y su coordinación, por lo que cógelo por los brazos y anímalo a que dé algunos pasos o, sentado en una silla o el sofá, coloca al bebé sobre tus piernas mientras le sujetas por el torso subiendo y bajando muy despacio las piernas ¡lo adorará! No olvides hablarle mucho para que se familiarice cada vez más con el vocabulario y, si aún no has comenzado, empieza a leerle historias todos los días, aunque no comprenda tus palabras y las coloridas imágenes, será un ejercicio ideal para entrenar su oído y su vista.

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