Dejo de regañarte para agradecer que te tengo en mi vida

Los días pasan y sin darte cuenta es posible que te pases el día regañando a tus hijos para decirles lo que no deben hacer, para meterles prisa cuando hay que salir rápido de casa, para que dejen de pegarse, para que te hagan caso, para que no vean la televisión tanto rato, para cualquier cosa que tú creas que es necesario que te escuchen y si no lo hacen, regañarle es lo más rápido para que te preste atención.1

Pero no, no es necesario que riñas a tus hijos para que te presten atención, y mucho menos que les grites o que tú te pongas nervioso/a. La calma, la empatía, el respeto y la asertividad son las claves para que tus hijos te escuchen y que además de responderte adecuadamente, se sientan valorados y queridos todo el tiempo. Si un niño se siente bien, se porta bien.

Dicen que es de buen nacido ser agradecido y no hay nada más importante que ser agradecido con los propios hijos. Ellos no eligieron venir a este mundo, fuiste tú quién así lo quiso. Por eso, es momento de que frenes en seco y de que pienses todo lo bueno que te aporta tu hijo día a día. Deja de lado las preocupaciones, el cansancio o la falta de sueño y siente desde tu corazón el agradecimiento solo con mirar esa preciosa sonrisa que tiene cada vez que te mira.

Por eso es hora de agradecer a tus hijos algunas cosas, cosas mucho más importantes que reñirles o darles un grito para que te escuchen. Agradece desde lo más hondo de tu corazón y empezarás a ver tu maternidad mucho más fácil, más bonita y con todo el sentido del mundo.

Agradece a tus hijos por…

No se sabe qué pasará mañana, por eso hay que vivir el momento presente, disfrutando del día a día en familia. La vida es frágil e incierta, no sabemos qué puede pasar y solo por eso, merece la pena saborear cada instante con las personas que más queremos en este mundo, sobre todo, con nuestros hijos. Por eso, no te pierdas muchas de las razones por las que puedes sentirte agradecido/a desde hoy y cualquier día de tu vida… Seguro que una vez que leas esta lista, encontrarás aún más motivos para estar agradecido/a:

• Ver su sonrisa cada día con solo mirarte
• Disfrutar de su buena salud, porque al fin y al cabo sabes que la salud de tus hijos y de tus seres queridos es lo más importante
• Ver cómo quiere tomar sus propias decisiones, te está enseñando su propia identidad
• Los momentos para jugar con tus hijos, para pasar tiempo de calidad a su lado, tanto en casa como en el parque
• Perder horas de trabajo para cuidarles cuando están enfermos, sabes que te necesitan
• Los momentos de desconexión del mundo para pasar el rato haciendo pompas de jabón
• Cómo te hace que dejes de limpiar para jugar juntos
• Cómo te enseña que los gritos o los malos modos no solucionan nada y te hace reflexionar sin decir ni una palabra
• Por cómo disfruta tu compañía, sabiendo que es la mejor que puede tener de todo el mundo
• Cómo te muestra que eres la persona más importante en su vida y que siempre lo serás
• Cómo intenta parecerse a ti en todos los aspectos y te hace reflexionar para ser la mejor versión de ti mismo/a

Si alguna vez has pensado que tus hijos se portan mal o que no te obedecen, te pones nervioso/a y les gritas. Para en seco. Cierra los ojos. Respira y cuenta hasta diez. Tus hijos te necesitan feliz, en calma y con un corazón agradecido, agradecido por tenerles en tu vida… Porque aunque a veces las cosas no sean del todo fáciles, la realidad es que tus hijos son lo mejor que te ha podido pasar en la vida… Y hay que estar agradecido por ello… Ellos no te piden nada a cambio, solo te reclaman tu amor.